Cóctel infeccioso pone en peligro a escolares, vecinos y peregrinos

La dejadez extrema de los propietarios unido a la permisividad inexcusable del Ayuntamiento, han conseguido que el triángulo que forman lugares tan emblemáticos como el Colegio San Luis, la Casa de San Juan de Ávila y la Plaza de Abastos se haya convertido en un foco infeccioso y de insalubridad para escolares, vecinos y peregrinos.

En pleno centro de Montilla, en pleno centro de la peregrinación de San Juan de Ávila, al lado de la plaza de Abastos y ahora con la obra de la corredera, en pleno nudo circulatorio, se erige en la c/ San Luis nº 4 un bloque de pisos cuya mitad sigue inacabada desde hace mas de 30 años, convirtiéndose en nido de palomas, roedores, heces, garrapatas y piojos.

El edificio tiene la entrada principal desde la c/ San Luis y otra trasera por la c/ Escuelas, y está en ladrillo visto y sin ventanas lo que propicia que desde afuera se pueda apreciar en las paredes la negrura propia de hongos y moho que afecta al edificio.

En las fotografías se puede apreciar el deterioro propio de años de abandono en cualquiera de sus plantas, así como el daño infligido por los agentes meteorológicos y los kilos de palomina, material altamente corrosivo, sobre el suelo de cada habitación.

Denuncias

Los vecinos llevan a lo largo de los 30 años de abandono denunciando ante el Ayuntamiento este problema sin llegar nunca a nada concreto. Desde Montilla Abierta solo podemos constatar con documentos las denuncias hechas desde el 2012 por escrito, las hechas a Linea Verde,  así como las firmas de los vecinos entregadas este año, todas dando por resultado el mismo que en los decenios anteriores: NADA.

Como ya pasara con el colector del barrio de Santa Maria, los vecinos no han tenido otra que denunciarlo públicamente.

paloma devorada por roedores

Las ratas campando a sus anchas

Nos cuentan los vecinos, como ya se formuló denuncia por parte de vecinos de la calle Capitán Alonso de Vargas, ante la presencia de ratas que entraban y salían de la entrada trasera del edificio. Si bien se tapió las ventanas y se cerro la puerta, esta sigue teniendo un hermoso agujero, por el que cabe un conejo, como denuncio un vecino.

Otro vecino colindante nos contó como una rata procedente de este mismo edificio, a través del cableado de Endesa, se metió en la cama de su dormitorio mientras el matrimonio dormía.

Tras estos y otros incidentes, los vecinos se han visto obligados a coexistir con el problema colocando mosquiteras para evitar la entrada de roedores, las palomas y sus temibles parásitos.

Curriculum infeccioso de las palomas

Para que se tenga una idea de lo peligroso que es tener un foco de insalubridad como este en pleno casco urbano, solo hay que recordar la cantidad de enfermedades que transmiten las palomas vía excrementos como la Clamidiosis, Salmonelosis, Colibacilosis, Arizonosis, Encefalitis equina del este…, por parásitos como ácaros, piojos, moscas, garrapatas… así como otras enfermedades como la Psitocosis, la Alveolitis alérgica extrínseca o la Pasteurelosis o Fowl cólera, entre otras.

Un cóctel propio de cualquier ciudad del tercer mundo y no de una ciudad como Montilla.

Antonio Galán

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