Manolo, Mari Carmen, Francisco, Rafael y un largo etcétera son vecinos de la Barriada de Santa María y lo mas probable es que no los conozcas, pero ellos seguro que si saben de ti. Ellos han vuelto a la edad media gracias al rio de heces fecales que circula por sus casas desde el pasado octubre, cuando tuvieron que ser desalojadas varias familias por la rotura del colector.
Tras la inspección por parte de los bomberos y personal de Aguas de Montilla, posterior informe, empezó una batalla de dimes y diretes entre el consistorio y la empresa adjudicataria que terminó con aprobación por parte del PP y el PA de la subida de impuestos para poder acometer la obra: eso fue el 15 de Enero, 4 meses después de la rotura.
La suerte de los vecinos es que el tiempo ha acompañado y el olor nauseabundo no ha hecho presencia en todo su esplendor, pero este barrio se caracteriza no solo por el gracejo y simpatía de sus vecinos, sino muy a su pesar, por las periódicas plagas de pulgas y ratas que bien por su localización, bien por la falta de inversión, han hecho de este un barrio muy poco apetecible para vivir.
Rafael Cobos, presidente de la Asociación de Vecinos Pedro Ximénez, ya se ha reunido tanto con la alcaldía como con los partidos políticos de la oposición transmitiéndoles el malestar de los vecinos y su sentimiento de marginados con respecto el resto de montillanos.
En la reunión con todos los partidos políticos se informó de que las obras se iniciaron, parándolas el gerente de Aguas de Montilla ante la envergadura de la misma. Se pidió el dinero al Ayuntamiento cosa que no pudo ser debido a que según informó el Secretario del Ayuntamiento, este no puede beneficiar a ninguna empresa privada, por lo que la única forma de aumentar la partida presupuestaria es mediante impuestos.
En ello Paco Raigón, del partido andalucista, señaló que el Ayuntamiento si puede revertir los 150.000€ de beneficios obtenidos el año pasado, pero se ve que que ese dinero ha sido ya destinado a otros menesteres.
Ya se han gastado 50.000€ en el proyecto de las obras que se van a hacer y se ha subido las tasas municipales de agua, pero tras un mes de su aprobación se sigue a la espera de licitación de la empresa adjudicataria, tiempo al que hay que añadir al de la propia obra, por lo que el verano se acerca peligrosamente a Santa María.
Al peligro para los vecinos de Santa María hay que añadir
- El peligro para los paseantes del Pico del Cigarral,, donde la hay un trozo cerca del muro, vallado precisamente por el hundimiento del terreno y posterior erosión producido por el rio de heces.
- La mas que probable contaminación del acuífero que suministra agua tanto al pozo para los agricultores, como a la fuente de Santa María
Antonio Galán
