El pasado 5 de diciembre alertábamos de la posibilidad de que el hospital de Puente Genil
sufriera graves carencias que llevarían a la pérdida y cancelación de la cirugía programada que se venía realizando en dicho hospital gracias a la dedicación de los especialistas del hospital de Montilla que, en su tiempo libre, prestaban un servicio esencial a la población de dicha localidad y su entorno
Poco después el alcalde de la localidad, ante la convocatoria de una manifestación en la que se solicitaba la creación de un área sanitaria propia para la campiña cordobesa, manifestaba que “por repetir una mentira quinientas veces esta no se convierte en verdad”. Podemos entender que el alcalde sea leal a su organización, pero está muy claro, a nuestro pesar, que los hechos nos han dado la razón. La población pontanesa es ahora la que sufre las consecuencias.
Algunos médicos del hospital de Montilla están en un continuo desasosiego. El 31 de diciembre causaron baja en su contrato laboral con el hospital, recibieron un mensaje de la seguridad social anunciando la misma, y, teóricamente, tendrían que haber causado alta el 1 de enero con un contrato estatutario temporal. No ha ocurrido.
Se supone que el Servicio Andaluz de Salud ha tenido dos años para preparar la integración de dichos trabajadores y, a día de hoy, la mayoría de los trabajadores citados están trabajando SIN CONTRATO, por no dejar el servicio al que se habían comprometido.
Trabajadores que se desplazan, lo cual supone un riesgo, que toman decisiones importantes, algunas de ellas vitales. La administración dando ejemplo. ¿Que ocurriría si se supiera que una empresa privada usaba los servicios de trabajadores sin contrato?.
Situaciones similares en otros hospitales del mismo tipo han sido resueltas el pasado lunes 7 de Enero, por ejemplo en Andújar. En Montilla seguimos esperando. Estos trabajadores no van a tener nómina en el mes de Enero. ¿Tiene el SAS animadversión a la campiña cordobesa?. Es cierto que no hay médicos, entre otras cosas porque se van a otras regiones o países donde los tratan mejor.
Los administrativos del hospital de Montilla y Puente Genil están completamente desbordados: Formación insuficiente sobre las nuevas aplicaciones necesarias para los cálculos de horario y pago de mensualidades, vacaciones, días libres…, teléfonos que no paran de sonar e impotencia para resolver situaciones como las descritas. El desbarajuste viene en cascada desde servicios centrales pero ellos son los que ponen la cara y los que se llevan los malos ratos.
El SAS menosprecia y maltrata a los trabajadores y a la población. Creemos que la persona
máxima responsable de este desaguisado es la consejera de salud, debería hacer un ejercicio de autocrítica y hacerse a un lado para que otra persona más capaz pueda dirigir una consejería tan importante.