De arreglar un roto con un descosido

El 1 de enero que viene se acerca en el horizonte con, cuando menos, mucha incertidumbre. El impacto de la plena integración de los hospitales de Montilla y Puente Genil en un único área sanitaria para todo el sur de la provincia de Córdoba va a ocasionar una importante modificación de la asistencia, que trabajadores y población van a sufrir.

La administración se empeña en implantar una gerencia única, una única área de salud, y todavía no ha conseguido explicar de forma convincente porqué no utiliza los mismos criterios que ha empleado en la provincia de Jaén -Andújar- o que en su momento utilizó para desdoblar el área de salud del Campo de Gibraltar.

Los hospitales de Montilla y Puente Genil han sacado el trabajo sanitario adelante debido, entre otras, a la posibilidad de captar profesionales de otras provincias y localidades que,
concentrando jornadas podían organizarse y prestar sus servicios.

El cambio de régimen laboral, y el constante rumor de que los distintos servicios del hospital Infanta Margarita tienen intención de inmiscuirse en los servicios de Montilla, tanto en la organización como en el manejo de los profesionales, está ocasionando desánimo, mucho, y nos tememos que algunos de los facultativos ya están haciendo planes para cambiar de destino.

Esta cuestión no está siendo suficientemente valorada por la administración. No hay facultativos, el hospital de Cabra viene años sufriendo este problema, y nos tememos que el intento de aunar los distintos servicios no solo no va a solucionar el problema sino que lo va a extender a los hospitales de Montilla y Puente Genil.

Todo ello va a repercutir en la asistencia sanitaria. El hospital de Montilla, con 4 quirófanos (tres de cirugía programada y uno de urgencias) rindiendo mañana y tarde es capaz de sacar adelante su propia lista de espera. Si empezamos a desviar, por ejemplo, anestesistas y otros especialistas a otro hospital, Infanta Margarita, las listas de espera empezaran a engordar y nos saldremos de decreto, por lo que se tendrán que derivar pacientes a hospitales concertados.

El impacto en el hospital de Puente Genil también va a ser importante. La cirugía programada que se venía haciendo, en una buena parte, era llevada a cabo por profesionales adscritos al hospital de Montilla que de forma voluntaria hacían jornadas extras para cubrir ese servicio. Por lo pronto, ya sabemos que a partir del 1 de enero esto no va a ser posible. El futuro no es nada halagüeño.

¿Desvestir un santo para vestir a otro? Esta es la solución que esta administración está planteando, y, se van a quedar los dos santos sin vestir. Que no, que un roto no se arregla con un descosido. La población, los trabajadores y sus representantes sindicales y las fuerzas políticas que, sin fisuras y por unanimidad, en el pleno de la Diputación de septiembre de este año lo ven claro, es necesaria la reestructuración del área sur en dos áreas sanitarias.

¿Todos estamos equivocados? Parece que ni la delegada de salud de la provincia ni la consejera de salud lo ven.

Supongo que cuando los resultados nos den la razón lo pagarán electoralmente.

Eduardo Tello Arenas
Sindicato Médico de Córdoba

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