
Una vez más, la Cofradía de la Viña y el Vino de Montilla se reúne en Gran Capítulo en Córdoba, coincidiendo con la inauguración de la Cata del Vino de Montilla Moriles, máxima fiesta para la divulgación de la cultura y tradición que representan estos vinos; y una ocasión excelente para degustar entre amigos las excelencias organolépticas de estos vinos.
Bajo la presidencia del Señor alcalde de Montilla, Don Rafael Llamas, y de la alcaldesa de Moriles Doña Francisca Carmona, y siendo recibidos por el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, Don Javier Martín, se concertó este acto para continuar estrechando los vínculos ya existentes con la Universidad de Córdoba, al incorporar en la orden de Preceptores a un nuevo profesor, a un catedrático con un expediente sobresaliente en lo que se refiere a la docencia e investigación, y a un experto en la transferencia de resultados al sector agrario.

La Universidad, dijo el Maestro de Ceremonias “… cuna tradicional del saber y máxima escuela de formación de profesionales al servicio de la sociedad, aporta a la Cofradía el rigor, el método, la ortodoxia y la fidelidad en la formación y en la difusión del conocimiento, y, por esa razón, es bienvenida a este foro prestigioso de cofrades, embajadores, exaltadores y mentores que conforman a la Cofradía de la Viña y el Vino de Montilla”.
Si Don Francisco Montes Tubío, el muy querido preceptor Probus, inauguró en 2018 la lista de prestigiosos académicos de esta Orden, a él le siguieron los profesores Cubero y Ferreres (Hollejo y Venerable), la insigne Fiscal doña Lucía Chacón (cofrade Yema), la profesora doña Rosa Gallardo (Cellarium) y, en 2023, finalmente, el catedrático don Alfonso García Ferrer (Pago).
Don José Emilio Guerrero Ginel, el profesor candidato de esta edición, se puede definir como un pensador con una visión integradora que no separa la ciencia de la política ni del tejido social; un ser humano profundamente comprometido con su tierra, con una vocación clara de servicio y una sensibilidad notable hacia los problemas sociales del medio rural. Por esta razón, el alias elegido para él no podría ser mejor que el de “Terra Vinarum”: toda una declaración de intenciones con respecto a su compromiso de apoyo a nuestro sector vitivinícola.
Tras la apertura del Gran Capítulo por el Gran Maestre de la Cofradía, el cofrade Sarmiento, que trató de las circunstancias preocupantes por las que pasa el sector de la viña y el vino: “enfermedades de la madera, el relevo generacional,…”, se produjo la defensa del candidato por D. Alfonso García-Ferrer, preceptor Pago, que abundó en las cualidades técnicas y humanas de José Emilio y pidió al Gran Capítulo que lo acogiese en la Orden de Preceptores: una mente avanzada como director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y como gestor de las políticas agrarias nacionales y andaluzas. El cofrade y preceptor Pago destacó: “…. José Emilio conduce su mente con las largas; su constante estudio e investigación le hacen ver más allá de lo que vemos normalmente los demás”

Una vez acabada la laudatio, el Fedatario, cofrade Levadura, solicitó al Gran Capítulo su venia para aceptar como preceptor a Don José Emilio. Tras su aprobación se invistió al ya preceptor con la toga y la medalla cofrade y se ofició el espaldarazo solemne que confirmaba que desde ahora y para siempre el cofrade Terra Vinorum “contrae el eterno compromiso de loar, degustar y difundir las virtudes y excelencias de este majestuoso vino… Dignidad, gracia y honor que le otorga esta venencia, símbolo y cetro del imperio del vino: Nunc est bibendi”.
Las palabras del nuevo preceptor, el cofrade Terra Vinorum, destacaron, con alusiones libro “Las enseñanzas de Don Juan (Carlos Castaneda)”, la importancia de saber elegir el sitio adecuado, un camino certero,… con corazón; y, preguntándose si era bueno el camino de la Cofradía, dijo: “… sin duda: la Cofradía es un comandado cohesionado, un grupo reducido que tiene el mandato de la honestidad,… especialmente generoso,… que induce a pensar que tiene corazón”. Habló de la importancia de conservar los conocimientos tradicionales y defender las raíces y de buscar estrategias para defender este el patrimonio vitivinícola de Montilla-Moriles.
Tras el cierre del acto por parte del alcalde de Montilla, se escuchó, de pie, respetuosamente el himno de la Cofradía In taberna quando sumus.
Luis Navarro García