El Ministerio del Interior ha lanzado una campaña para alerta sobre las ciberestafas más comunes en la red: las de las estafas de los códigos QR y de las técnicas conocidas como skimming y carding.
La estafa de los códigos QR
El primero de los vídeos difundidos hace referencia al fraude de los QR, una herramienta plenamente incorporada por la ciudadanía y de uso generalizado en el comercio. Los ciberdelincuentes aprovechan su amplia implantación para sustituir códigos reales de restaurantes o de multas de estacionamiento por otros falsos que redirigen al usuario a una pasarela de pago falsa.
La Guardia Civil aconseja consultar directamente con el establecimiento si el usuario escanea un código de un restaurante para su pago que le redirige a una web sospechosa. En el caso de las sanciones por aparcamiento, es recomendable comprobar en internet la veracidad de la multa contrastando los datos con el emisor de la denuncia. Y si el usuario ya ha introducido los datos en la pasarela de pago falsa, se debe contactar de manera inmediata con la entidad bancaria para intentar evitar el cobro fraudulento.
Skimming y Carding
El segundo vídeo explica el procedimiento de los fraudes conocidos como skimming y carding. El primero de ellos utiliza el copiado físico de la tarjeta bancaria mediante la instalación de dispositivos camuflados en cajeros o terminales bancarias con la finalidad de obtener el contenido de la banda magnética para proceder a su clonado.
Los ciberdelincuentes también pueden recurrir al carding, que consiste en adquirir los datos de la tarjeta bancaria para su uso fraudulento a través de distintas técnicas, como el envío de enlaces, el uso de falsas páginas web, las notificaciones de supuestas compañías telefónicas, etc.
Para evitar estas modalidades de estafa, la Policía Nacional recomienda prestar atención a la estructura de los cajeros automáticos y comprobar que el teclado o el hueco reservado para la tarjeta no estén manipulados.
Por último, cuando se realiza un pago por Internet, el usuario debe asegurarse de que los pagos se realizan en plataformas que permiten autorización bancaria y nunca debe facilitarse por teléfono el número completo de la tarjeta bancaria.