Para entrar en contexto, el Catastro, el cual está gestionado por la Dirección General del Catastro en España, consiste en un registro administrativo masivo que contiene información muy detallada sobre los bienes inmuebles, ya que llega a incluir desde su localización exacta hasta el uso del mismo, además de la superficie total y el valor catastral. Este último, el valor catastral, ha cobrado mucha relevancia en los últimos años al ser una cifra/pieza clave para diversos fines fiscales y administrativos.
Para entrar en materia sobre este asunto, comenzaremos hablando sobre las revalorizaciones de oficio, las cuales son actualizaciones que realiza el Catastro para “ajustar” el valor catastral de las propiedades a la realidad del
mercado inmobiliario y a las ¿condiciones económicas? Estas revisiones no suelen ser por petición expresa del propietario y suelen llevarse a cabo de manera periódica o en contextos específicos, como la aprobación de nuevos
coeficientes de actualización en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (que se avecina próximamente).
Acorde a nuestro ordenamiento jurídico, el objetivo principal de estas revalorizaciones es garantizar que el valor catastral represente la situación real del inmueble, teniendo en cuenta factores como por ejemplo:
- Cambios en el mercado inmobiliario.
- Mejoras urbanísticas en la zona.
- Modificaciones en el uso del suelo o la edificación.
Ese valor catastral es una cifra calculada a partir del valor del suelo y el valor de la construcción, aplicando varios índices correctores en los que influyen factores como la antigüedad del edificio, su ubicación y su uso. Este valor no puede superar el valor de mercado, debido a que nuestra normativa establece que el valor catastral debe situarse como máximo en el 50% del valor de mercado del inmueble.
Cuando el Catastro realiza una revalorización, este incremento puede ser significativo en algunas zonas debido a la dinamización del mercado o mejoras sustanciales en la infraestructura local, y es que, estas subidas tienen repercusiones fiscales importantes.
Repercusiones Fiscales
Hay que tener en cuenta y saber la incidencia que tiene el valor catastral ya que es la base para calcular numerosos impuestos y tasas, por lo que cualquier incremento tiene un impacto directo en la carga fiscal del propietario, pero
recuerden que nuestro artículo 31.1 de la Constitución Española dicta que todos contribuiremos a sostener el gasto público mediante un sistema tributario que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio…
Las principales impuestos sobre los que tiene repercusión son:
- Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI): Este impuesto municipal se calcula aplicando un tipo impositivo al
valor catastral. Un aumento en el valor catastral se traduce automáticamente en un incremento del IBI. - Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): En el caso de inmuebles no afectos a actividades económicas ni arrendados, el valor catastral se utiliza para calcular la imputación de rentas inmobiliarias, lo que puede aumentar la cuota a pagar en la declaración de la renta.
- Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Plusvalía Municipal): Este impuesto, que grava el incremento del valor del terreno en el momento de su transmisión, también está vinculado al valor catastral.
- Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones: Al heredar o recibir en donación un inmueble, el valor catastral
puede influir sobre la base imponible del impuesto y del valor mínimo por el que declarar ese bien. - Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados: En las compraventas, el valor catastral puede ser utilizado para determinar el valor mínimo de referencia para liquidar impuestos.
Llegados a este punto y tras conocer las repercusiones, parece normal que las revalorizaciones de oficio puedan generar controversias entre los propietarios de inmuebles, especialmente cuando consideran que los incrementos son desproporcionados o no reflejan la realidad del mercado, además de ser muy opaco el criterio por exacto que se utiliza para actualizar los valores.
En definitiva, las revalorizaciones de oficio del Catastro son un mecanismo necesario para mantener actualizados los valores de referencia de los inmuebles, pero tienen un impacto fiscal significativo que afecta directamente a
los propietarios. Por lo tanto, es fundamental que vosotros, los contribuyentes, estén informados sobre estas revisiones, comprendan cómo afectan a su situación fiscal y, en caso de discrepancias, conozcan las herramientas legales a su disposición para defender sus derechos