Mucho edulcor y mucha fanfarria es lo que se vio y se ha dicho del Pleno extraordinario de investidura de la nueva Corporación municipal, pero la realidad es que a pesar de lo que se quiera vender, Rafael Llamas ahora si que si esta obligado al diálogo y al consenso para gobernar.
Aviso de navegantes
Izquierda Unida es la gran ganadora de estas elecciones por que en ella reside la llave para poder llevar a cabo las propuestas que considere oportunas, vengan del Partido Popular o vengan del PSOE.
Sus concejales ya saben lo que es trabajar con unos y con otros, las luces y las sombras, los aprecios y desprecios. Fruto quizás de estos últimos son el no pacto de estabilidad tan ansiado por Llamas, sabedor del alto precio que supone dejar el poder absoluto y tener que rendir cuentas.
De hecho, la portavoz de Izquierda Unida, Rosa María Rodríguez, en su intervención hizo hincapié en la importancia de que “las fuerzas políticas que van a componer la nueva Corporación compartan aquellos principios irrenunciables para Izquierda Unida” para alcanzar el consenso, principios como “apostar y defender los servicios públicos también desde lo público” o que “las necesidades básicas como la educación o los cuidados se atiendan no como un negocio”, sino que “en ellos estén primero las personas”.
Ella sabrá por que se lo recordó.
Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Federico Cabello de Alba, le recordó a Rafael Llamas que “esta legitimidad salida de las urnas ha situado la mayoría absoluta de la composición del Pleno en la oposición” por lo que ha exigido para estos próximos cuatro años “diálogo, consenso y acuerdo” y ha recordado que, “en caso de no existir ese marco de consenso su grupo ejercerá la responsabilidad sin ningún titubeo”.
Por último, la portavoz del grupo socialista, Lidia María Bujalance ha subrayado “el resultado de las urnas en Montilla” en las que se ha manifestado el “reconocimiento de estos resultados a la gestión llevada a cabo por el equipo de gobierno saliente, con Rafael Llamas al frente”, unos resultados que “han depositado la confianza en el grupo socialista de nuevo, para revalidar la alcaldía”, y en un mandato que hoy comienza “y que trabajará por el consenso y por una política constructiva”. Como se puede leer totalmente ajena a la realidad futura.
Al acto acudieron simpatizantes, amigos y curiosos, a los que hay que añadir las máximas autoridades locales, incluidos todos los ediles pasados, salvo Rosa Lucía Polonio que ante la falta de asientos en primera fila, se vio que ni estaba, ni se la esperaba.
Futuro marcado por el presente inconcluso
Muchos son los temas pendientes y sin fecha de finalización o de inicio como la Ciudad de los niños del Parque Enrique Tierno Galván, acabar Envidarte, un Recinto Ferial y una Feria de San Francisco Solano en condiciones, APARCAMIENTOS, ACARCAMIENTOS Y APARCAMIENTOS, relanzar el consistorialmente exterminado comercio….
El SUELO INDUSTRIAL del Pico del Cigarral, el acerado y del carril bici en la avenida del Marqués de la Vega de Armijo, el adecentamiento del talud del parque de bomberos, o a las obras en la calle Cuesta de la Pena, remodelar la plaza de las 80 viviendas y las obras de conexión del barrio de El Molinillo con la nueva zona residencial en Cigarral,
El ensanchamiento de viales y la eliminación de semáforos del cruce de La Unión, las instalaciones de Educación Vial, un Parador en uso, los ministros de la Unión Europea que van a venir a la Fiesta de la Vendimia 2023, una Noche Blanca con 4 escenarios y la tan cacareada y anunciada Whopper montillana del Parador, en el que ni hay Burguer, ni hay King.
Antonio Galán
