Las parroquias de la Diócesis continuarán con sus actos litúrgicos y reuniones formativas con una limitación de aforo del 30%, a excepción de las localidades del Distrito sanitario “Córdoba Norte”
Teniendo en cuenta las medidas más recientes del BOJA Extraordinario nº 77, de 8 de noviembre de 2020, y habiendo hecho las consultas pertinentes, el Obispado de Córdoba informa que hasta las 22:00 horas se puede seguir celebrando actos litúrgicos y reuniones formativas (catequesis, grupos, cofradías, etc), con una limitación de aforo del 30 % al estar la zona de la Campiña, en nivel de alerta 4.
Asimismo, se recuerda a los fieles que continua la obligación del precepto dominical, del que puede dispensar el párroco (c. 1245 CIC), o del que puede sentirse dispensada toda persona legítimamente impedida.
Asimismo la Diócesis de Córdoba ya lanzó una serie de recomendaciones a cumplir durante la celebración de la Eucaristía, para tranquilidad de feligreses, sacerdotes y monjas.
- Es recomendable mantener las puertas del templo abiertas, para ventilar la iglesia y evitar el contacto con los pomos de las puertas al abrir y cerrar.
- Antes de entrar al templo, los fieles deben lavarse las manos con solución hidroalcohólica y utilizar mascarilla propia. Es mejor no traer guantes de casa, y si se traen, desinfectarlos con la solución hidroalcohólica. Es importante evitar la aglomeración de personas a la entrada, para ello situar varios puntos de lavado de manos. Se recomienda que los fieles hagan uso de mascarillas con carácter general.
- Se debe evitar tocar el ambón, el leccionario o el libro de la oración de los fieles y el micrófono para evitar los contagios por contacto. También se debe evitar besar el leccionario después de proclamar el Evangelio.
- Si hay procesión de ofrendas, a parte de guardar las precauciones de distancia ya mencionadas, el sacerdote debe recibir las ofrendas con mascarilla.
- Para la recogida de la colecta, es recomendable evitar pasar por los bancos con la canastilla. Es mejor recoger la colecta a la salida del templo o indicar a los fieles que pueden hacer su contribución por transferencia periódica o por bizum. La persona encargada de contar la colecta debe tomar medidas de seguridad, tales como el uso de guantes, lavado de manos y dejar pasar cinco días desde que se recogió el dinero.
- El sacerdote debe desinfectarse las manos con solución hidroalcohólica antes de preparar el altar.
- Se debe prescindir del saludo de la paz o realizarlo sin contacto, con algún gesto reverencial.
- Para la comunión, el copón que contiene las formas que serán distribuidas a los fieles debe permanecer tapado o cubierto en todo momento, hasta el momento de la comunión. El sacerdote debe consumir la forma grande que ha consagrado, sin dar ninguna parte de la misma a los fieles.
- Antes de dar la comunión a los fieles, el sacerdote debe ponerse mascarilla y lavarse las manos con la solución hidroalcohólica. Evitar siempre dar la comunión bajo las dos especies.
- El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará de forma colectiva después de la respuesta “Señor, no soy digno…”, distribuyéndose la comunión en silencio.
- Antes de distribuir la comunión, el sacerdote debe explicar cómo se va a
proceder para que haya un solo sentido de circulación, sin cruce de personas, y se mantengan las distancias. - Es recomendable que los fieles utilicen la solución hidroalcohólica antes de la comunión, si la tienen a su disposición en envase de bolsillo. Aquellos fieles que utilicen guantes deben retirarlos como conviene (desde la parte superior de la muñeca tirando hacia debajo, de modo que la parte que ha estado expuesta al exterior quede ahora cubierta hacia adentro) y depositarlos en sus objetos o prendar personales, nunca en los bancos.
- En el momento de la comunión, las mascarillas que han estado puestas durante la celebración se bajan dejando al descubierto la boca y se vuelven a colocar correctamente después de haber comulgado. En ningún momento se retiran ni se depositan en los bancos.
- Es recomendable entregar la comunión en la mano, no obstante, quien, a pesar de esta recomendación, desee recibirla en la boca, debe esperar al último lugar, después del resto de los fieles.
- El sacerdote, después de la comunión, puede retirarse la mascarilla y deberá lavarse las manos con la solución hidroalcohólica.
- Al final de la celebración, los fieles irán saliendo, manteniendo las distancias de seguridad y dando preferencia a las últimas bancas del templo. Pueden utilizar la solución hidroalcohólica al salir y tirar los guantes en las papeleras dispuestas para ello. El sacerdote ha de utilizar la mascarilla para atender a los fieles una vez finalizada la celebración, recordando mantener la distancia de seguridad.