El desarrollo de resistencia a los antibióticos es considerado, en la actualidad, como uno de los mayores problemas de salud pública que tenemos que afrontar, y es responsabilidad de cada uno de nosotros hacer un uso prudente de estos para asegurar su eficacia. El problema nos afecta a todos, salud humana y animal, así como a la ganadería, agricultura, medioambiente y comercio.
Todas las organizaciones internacionales dedicadas a proteger la salud de la población, reconocen la importancia de promover medidas para preservar la eficacia de los antibióticos, frente al desarrollo constante de las resistencias bacterianas. En España, en el año 2014 el pleno del Consejo Interterritorial del SNS y el pleno de la Conferencia Sectorial del Ministerio de Agricultura, aprobaron el Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos, con el objetivo de reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antibióticos.
Los antibióticos, también llamados antimicrobianos, son un tipo de medicamento que puede destruir las bacterias o impedir su crecimiento para curar infecciones en las personas, los animales y, en ocasiones, en las plantas.
Se dice que una bacteria ha desarrollado resistencia cuando un antibiótico específico pierde su capacidad para destruir la bacteria o detener su crecimiento. Algunas bacterias son resistentes por naturaleza a determinados antibióticos (resistencia intrínseca o inherente). El problema es más preocupante cuando algunas bacterias que normalmente son sensibles a los antibióticos se vuelven resistentes como consecuencia de alguna alteración genética (resistencia adquirida). Las bacterias resistentes sobreviven en presencia del antibiótico y siguen multiplicándose, prolongando la enfermedad e incluso causando la muerte.
Causas de resistencia a los antibióticos
La resistencia a los antibióticos puede ocurrir de manera natural como consecuencia de mutaciones en los genes de una bacteria. Sin embargo, el uso excesivo e inadecuado de los antibióticos acelera la aparición y la propagación de bacterias resistentes. Las bacterias sensibles son destruidas cuando se exponen a los antibióticos, mientras que las bacterias resistentes siguen creciendo y multiplicándose. Estas bacterias resistentes pueden diseminarse y causar infecciones a otras personas que no hayan tomado ningún antibiótico.
¿Qué es el uso «inadecuado» de los antibióticos?
- Cuando usted utiliza los antibióticos por un motivo equivocado: la mayoría de los resfriados y la gripe están causados por virus frente a los cuales los antibióticos NO son eficaces. En estos casos, su enfermedad no mejorará si toma antibióticos: los antibióticos no bajan la fiebre ni mejoran los síntomas como los estornudos.
- -Cuando usted usa los antibióticos de manera incorrecta: si acorta la duración del tratamiento, reduce la dosis o no toma la medicación con la frecuencia correcta (si toma el fármaco una sola vez, en lugar de 2 ó 3 veces al día según las instrucciones), usted no tendrá una cantidad suficiente del medicamento en su cuerpo y las bacterias sobrevivirán y se harán resistentes.
Las bacterias multirresistentes pueden causar una amplia variedad de infecciones: infecciones urinarias, neumonía, infecciones cutáneas, diarrea o infecciones de la sangre. La localización de la infección dependerá de la bacteria y del estado del paciente.
El problema de la resistencia a los antibióticos
El tratamiento de las infecciones causadas por bacterias resistentes plantea un reto: los antibióticos que se utilizan habitualmente ya no son eficaces y los médicos tienen que elegir otros distintos, lo que puede hacer que los pacientes tarden más tiempo en recibir el tratamiento correcto y provocar complicaciones e incluso la muerte. Además, el paciente puede necesitar mayores cuidados y antibióticos alternativos más costosos que, en ocasiones, tienen efectos secundarios más graves.
La situación está empeorando con la aparición de nuevas cepas bacterianas resistentes a varios antibióticos al mismo tiempo (que se denominan bacterias multirresistentes). Estas bacterias podrían incluso llegar a ser resistentes a todos los antibióticos conocidos. Sin antibióticos eficaces, regresaríamos a la «era anterior a los antibióticos», y los trasplantes de órganos, la quimioterapia contra el cáncer, los cuidados intensivos y otros procedimientos médicos ya no serían posibles. Las enfermedades bacterianas se propagarían y serían imposibles de tratar, con lo que provocarían la muerte.
Antes del descubrimiento de los antibióticos, miles de personas fallecían a causa de las enfermedades bacterianas, como la neumonía, o por una infección contraída tras una operación. Desde que se descubrieron y se empezaron a usar los antibióticos, cada vez hay más bacterias —que inicialmente eran sensibles— que se han hecho resistentes y han desarrollado muchas formas diferentes de contrarrestar los efectos de los antibióticos. Debido al aumento de la resistencia y a que en los últimos años se han descubierto y comercializado pocos antibióticos nuevos, el problema de la resistencia a los antibióticos constituye actualmente una importante amenaza para la salud pública.