Hace algún tiempo les comentaba como, en el último balance de criminalidad emitido por el Ministerio del Interior, Montilla había sufrido un incremento de un 30% y les ofrecía una explicación criminológica al respecto. En este artículo voy a desarrollar un poco más uno de los elementos que pueden determinar este aumento de la delincuencia en Montilla.
El delincuente motivado
Como ya les decía, el delincuente “autóctono” no es muy habitual en Montilla, entre otras cosas por lo que comentaré a continuación. Son, normalmente, personas de fuera del municipio los que cometen los hurtos y robos, delitos mayoritarios en nuestra localidad.
La cuestión que se plantea entonces es por qué esas personas vienen a un municipio como Montilla a realizar estos actos delictivos. Pues podemos ver diferentes cuestiones a tener en cuenta.
La primera y más representativa, a mi entender, es la capacidad económica de Montilla. Aunque poco a poco está perdiendo la vitola de ciudad a la que ir a comprar, en detrimento de Córdoba o de las compras online, nuestra localidad sigue manteniendo un buen número de establecimientos que son blanco de las personas que tienen ánimo de cometer un delito contra el patrimonio.
Un rápido vistazo a las páginas amarillas online proporciona una buena visión de pequeños establecimientos en los que cometer un hurto, o una estafa. No debemos olvidar los establecimientos más grandes como Lidl, Mercadona, Coviran, de titularidad china, etc. que por definición son presa fácil de este tipo de delincuentes.
Por otra parte podemos decir que Montilla, en el año 2019 (últimos datos disponibles), era la tercera localidad de la provincia en renta per cápita, sólo por debajo de la capital y de Peñarroya. Esto irremediablemente la convierte en objetivo de los “cacos”. En su caso qué elegirían, una población con una renta de más de 22000€ o el municipio de La Guijarrosa con unos escasos 13.000€, ¿es evidente no?
La segunda, atendiendo a la ciudadanía en general, es el conocimiento que tenemos del delincuente autóctono. Aunque en ocasiones te llevas sorpresas, por lo general, las personas que cometen delitos son conocidas por la mayoría de sus vecinos. Por muy bien que lo hagan y por mucho cuidado que tengan, tarde o temprano se comete un error y se termina señalado como persona poco recomendable y al que vigilar a cada paso para evitar que “se te lleve algo”.
Como se podrá imaginar el lector, esto que pasa en Montilla ocurre en los municipios cercanos, por lo que estas personas tienen que buscar “nuevos caladeros” donde obtener su botín.