Cómo disminuir la huella ecológica en el día a día

Consumo Responde recuerda que las personas consumidoras y usuarias desempeñan un papel clave, a través del consumo responsable, en el objetivo global de la sostenibilidad, de la reducción de emisiones y la eficiencia energética.

Como subraya el director general de Consumo, José Agustín González, «fuera del hogar, uno de los ámbitos en los que las personas consumidoras podemos colaborar en este sentido, disminuyendo nuestra huella ecológica, es la movilidad y el transporte, es decir, cómo nos movemos».

González propone, como principal recomendación, disminuir en la medida que sea posible el uso del vehículo privado. «No sólo es una medida que ayuda a cuidar el medio ambiente, sino también nuestra salud, y por ello recomendamos hacer los desplazamientos a pie siempre que sea posible, y por supuesto usar alternativas al coche, como la bicicleta o el transporte público».

En el caso de utilizar el coche, recuerda el director general de Consumo que existen varias maneras de conducir de manera más eficiente, tales como «utilizar marchas largas para ahorrar combustible, circular con una velocidad uniforme, evitar frenazos, acelerones o cambios de marcha innecesarios, o apagar el motor si se va a parar durante más de un minuto».

También existen alternativas desde el denominado ‘consumo colaborativo’, que contempla posibilidades como bicicletas de uso compartido, compartir vehículos, desplazamientos e incluso compartir plazas de aparcamiento.

Si la persona consumidora tiene previsto adquirir un vehículo a motor, es importante que tenga en cuenta priorizar los vehículos con bajas emisionesConsumo Responde recuerda que existe una clasificación mediante la cual se favorece a las personas conductoras de los vehículos más ecológicos. La clasificación de coches según su contaminación es:

  • Vehículos 0 (pegatina o distintivo ambiental azul)
  • Vehículos Eco (verde y azul)
  • Vehículos C (color verde)
  • Vehículos B (amarillo).

Igualmente, destaca José Agustín González, «se puede colaborar de manera indirecta como personas consumidoras favoreciendo el comercio justo y el comercio de proximidad«. El comercio justo, promovido por instituciones y ONG, incide en criterios sociales y medioambientales, contribuyendo al desarrollo sostenible, mientras que el consumo en los comercios de proximidad, que se corresponderían con los ‘comercios de barriada’, contribuye a reforzar la economía local y favorece la reducción de la huella ecológica, ya que se reduce el gasto en transporte, tanto de traslado de productos desde otras regiones o países, como de desplazamiento de las personas consumidoras a las grandes superficies o centros comerciales.

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