A las 7:05 de una noche de carnaval

A las 7:05 de la mañana salía un señor con barba, gafas y boina al más puro estilo del comisario Villarejo a la palestra del Teatro Falla para dar la noticia de lo que era un secreto a voces. Antonio Martínez Ares se marchaba, y con una muy enigmática salida del escenario, del Teatro Falla con el primer premio en la categoría de comparsa en el COAC por segundo año consecutivo.

No sé quién me ha dicho que eso no pasaba desde el 94. Otra cosa que no pasaba desde hace algunos años, unos menos, y que ocurría más o menos a la misma hora, era que los jóvenes de Montilla y alrededores salían por la puerta de lo que ahora es La Consentida con sus disfraces ya un poco desmerecidos una noche de febrero.

“Cuando llegue carnaval te vas a enterar de lo que es Jarata”, me dijo uno de mis hermanos
mayores cuando yo comenzaba a salir por ahí en las divertidas noches de bachillerato en la que todavía le quitaba el DNI a mi otro hermano para entrar en las discotecas.

Efectivamente, llegó carnaval, del 2017 creo recordar, y a mis colegas y a mí nos cambió la
percepción de lo que era salir de noche. La previa era la normal, aunque con más coña de la
cuenta con la magia que nos trasmitían nuestros disfraces de Harry Potter.

Y ni si quiera nos habíamos visto todas las películas, ni mucho menos nos habíamos leído un libro de esos que firmaba la famosa J.K. Rowling, pero es que la rima era fácil y eso a, los 16
años es más que suficiente. Y creo que a los 21 también.

Total, que nos presentamos allí dispuestos a una fiesta como las que acostumbrábamos,
acostumbrar por decir algo porque yo había pisado Jarata unas 3 o 4 veces. Y, efectivamente
aquella noche, por decirlo de algún modo, estuvo muy guapa, o eso dijimos al día siguiente por aquel grupo de Whats App que rebautizamos como Hogwarts Enterprises.

El caso es que nunca había visto nada parecido. Toda Montilla, embutida en trajes de carnaval a cada cual más currado, se había citado allí para beber, fumar, bailar y lo que surgiera.

El problema fue que al poco tiempo Jarata echó el cierre y, aunque nos buscamos la vida, no
volvimos a ver una fiesta de discoteca tan potente en Montilla obviando Noche Buena y Noche Vieja. Hasta este viernes.

La verdad es que unos chavales empeñados en recuperar parte del ocio montillano se pasaron el juego al son de la música que pinchaba Dj Lete y con la complicidad de todos aquellos que se trabajaron los disfraces.

Que si de vaca, plátano, tiburón, cani, de Woody el de ‘Toy Story’… En fin, que tuvo que estar
graciosa una noche que se echó de menos a más de 400 kilómetros de distancia.

He de reconocer que incluso se tuvo un poco de envidia. Pero no demasiada. Porque, aunque de refilón, nosotros ya lo habíamos vivido. La sensación fue más de alegría por los chavales de 16, 17 y 18 años, a los que ya les tocaba coger el testigo y poner Jarata a reventar.

Y lo hicieron, o esa sensación me ha dado esta mañana al abrir Instagram. Además, todo pinta a que, al contrario de lo que parece el adiós de uno de los mejores compositores de comparsas de la historia, con permiso del Capitán, lo de los carnavales y Montilla acaba de volver a empezar.

Paco Cobos

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Un comentario en «A las 7:05 de una noche de carnaval»

  1. Es verdad que las obras del resto de la Corredera, era para darle más Votos al fotogénico Alcalde para desviar los defiles por la Milla de Oro=El Barrió?.
    Comentan que los desfiles Procesionales también irán por la Milla de Oro ya que han pedido dos meses más de prórroga.
    Voto + 🌹

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