Arte y Pedagogía en La Pasión

Anoche se volvió a vivir en Montilla, como desde  1992 una noche llena de emoción, sentimiento y fervor de la mano de La Pasión. Lo que fuera el sueño de Rafael Delgado y de Pepe Ferrería cumple 25 primaveras de esfuerzo y amor por la pedagogía y el séptimo arte, llevado a la excelencia por medio millar de amateur que poco tienen que envidiar a los profesionales.

Artistas, música, decorados, etc..,  todo hilvanado en un ritmo trepidante que hace que el público no deje de estar atento a cada una de las actuación, ninguna menor, en la que este grupo de talentos, consiguen transportarnos a la Judea de Poncio Pilatos, del Calvario, en definitiva del Nazareno.

Que os puedo yo contar de La Pasión que no se haya dicho ya. La Pasión es una gran familia. Yo empecé siendo un personaje del pueblo. Recuerdo esos montajes de la estructura de andamios y del chirriar de las poleas de los telones…, recuerdo la primera función que del frío que hacía ese día en el pabellón, nos tuvieron que poner un foco para calentar nos las manos…

Cuando ya me hice mayor me pase a la tramoya de los escenarios,  de la izquierda y de la derecha con  el equipo de mi padre Rafael Ortiz, Pepe Panadero, Pepe Pérez y algunos más que estuvieron echándonos una mano.

En la actualidad de aquel grupo quedan pocos, por que los años no pasan en balde, pero tenemos nuevos también como Francisco Jiménez o Rafael Julio y me dejo gente atrás seguro como los del escenario central con los hermanos Antonio y Manolo Herrador y mucha otra buena gente como Juan Luis Garcia, Rafa Gómez, Miguel, Manolo y un largo etcétera de buena gente que por unos meses se convierten en tu familia, que nos ayudamos uno a otros y compartiendo como buenos hermanos todo tipo de manjares, dulces hechos artesanalmente o comprados a la hora del bocata.

Rafael Ortiz

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