Se estrena la obra Cordones Rojos con marcado acento montillano

Los montillanos Maria Rey y Antonio Urbano productora y director, son los encargados junto a otros 9 personas de llevar a cabo la obra Cordones Rojos que se estrenará en Montilla el próximo fin de semana.

El director de la obra, Antonio Urbano nos ha concedido una entrevista en medio de los ensayos, lo cual agradecemos.

Montilla Abierta: Bueno Antonio, la temática de la obra es dura, ¿es solo para adultos?

Antonio Urbano: La temática de la obra es dura, sí, y tiene una escena de sexo y algún desnudo. Yo tampoco diría sólo para adultos, sin embargo. Para mayores de 16, tal vez.

M.A.: La obra es exigente tanto para los actores como dirección, ¿desde cuando estáis ensayando?

A.U.: Los ensayos empezaron en enero, estrenamos la obra en mi escuela de arte dramático (RESAD, se llama) en abril, y en septiembre retomamos el trabajo para hacer algunas mejoras en la puesta en escena.

M.A.: ¿Cordones Rojos la estrenáis en Montilla o tiene recorrido propio?

A.U.: La autora es lituana, escribió la obra hace cuatro años, y yo leí una traducción inglesa (estaba escrita en lituano) el año pasado. Yo la traduje del inglés al castellano y la adapté para montarla y representarla en la escuela en Madrid. El sábado vamos a Montilla, y el día 24 de este mes la llevamos a la 21 Mostra de Teatre de Barcelona. Así que la obra viene de Lituania, ha pasado por Madrid, va a Montilla y luego a Barcelona. Y esperemos que luego a muchos sitios más. Ah, y no se ha hecho nunca antes en España.

M.A.: Antonio, ¿que fue los que te atrajo de la Cordones Rojos?

A.U.: De la obra me atrajeron muchas cosas. Sobre todo, la temática. Creo que el auge de la extrema derecha en Europa y España durante los últimos años es muy preocupante, y es un problema que no se ha tratado lo suficiente.

Me atraía la idea de buscar los motivos por los que estos movimientos acaban triunfando, y la autora lo explora muy bien. La forma también me atrajo mucho. Está contada con muchas escenas cortas que no se desarrollan cronológicamente y que el espectador tiene que unir. En ese sentido, es como un thriller que te tiene en tensión todo el tiempo.cordones-rojos

Cuando empieza, sabemos que ha pasado algo, y poco a poco se va desvelando qué es y cómo ha ocurrido, siendo luego el público el que debe responder por qué. Me gustaba esa unión de teatro político y social con una estructura casi de película policíaca, porque hace que la gente piense pero al mismo tiempo la mantiene muy entretenida.

M.A.: Cordones Rojos retrata la dicotomía entre el camino del bien y del mal, ¿real o ficticia la decisión?

A.U.:  No nos muestra tanto una dicotomía entre bien y mal, sino las causas por las que el ser humano puede llegar a cometer los crímenes más terribles. Los personajes de la obra están muy bien construidos, y por eso no hay buenos ni malos, sólo personas condicionadas por las circunstancias en las que viven. El papel de juzgar a los personajes o a sus circunstancias y de sacar una conclusión es del espectador.

M.A.: Antonio, ves mas similitudes entre la obra y la vida?

A.U.: 6. Las similitudes entre la obra y la vida son muchas. El contexto en el que pasa la acción es el mismo que vivimos nosotros, la sociedad en crisis que retrata el texto es la misma que la nuestra. Creo que una de las cosas más importantes de la obra es que nos muestra personajes perdidos, que harían lo que fuera por encontrar un lugar o un grupo al que pertenecer y dejar de sentirse solos en el mundo. ¿Y quién no se ha sentido solo alguna vez?

Para no perdérsela, sin duda.

Antonio Urbano
Nacido en Montilla (Córdoba) en 1988, estudia Filología Inglesa en la Universidad de Granada entre los años 2007 y 2013. En 2013, ingresa en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD) en la modalidad de Dirección Escénica y Dramaturgia, en la especialidad de Dirección Escénica, de la cual realiza actualmente su tercer curso. En ella, estudia con profesores como Ana Fernández Valbuena, Eduardo Vasco o José Luis Raymond, y realiza seminarios de dirección con José Tomé (Ur Teatro), y de dramaturgia con Paco
Zarzoso y Lukas Bärfuss.

Destaca como director de la compañía granadina Viridiana Teatro, para la que traduce, adapta y dirige La duda, de John Patrick Shanley (2013); el musical Company, de Stephen Sondheim y George Furth (2012 y 2011); Cafeína, de Dean Craig (2009); y Érase una vez, de Stephen Sondheim y James Lapine (2008). También trabaja como actor para la misma compañía en la obra Chaturanga, de Álvaro Blázquez (2007), y como ayudante de dirección en Palabras encadenadas, de Jordi Galcerán (2009). Para el University College de Londres dirige El método, también de Jordi Galcerán (2010), que se estrena en el Bloomsbury Theatre de la capital inglesa y posteriormente se representa en la King’s School de Canterbury.

En 2014, dirige para la compañía Vértigo Teatro el montaje La posadera, de Carlo Goldoni, estrenado en el Teatro Juan Prado de Valdemoro. También colabora en la dirección de la pieza musical breve La pequeña folla, de Sebastián Vázquez, para el Congreso de Teatro Musical del Siglo XVIII que tuvo lugar en la RESAD en noviembre de 2015.

Maria Rey
Nacida en Montilla (Córdoba) en 1983, es Licenciada en Comunicación Audiovisual y especializada en Dirección de Producción y Producción Ejecutiva por la Universidad Camilo José Cela. Ha recibido formación de directores como Fernando León de Aranoa y Pablo Berger, y del director de producción y socio fundador de La Competencia, Íñigo Pérez Tabernero.

Desde su licenciatura en 2005, ha trabajado en la producción de documentales bajo las órdenes de Pilar Távora o Hugo Stuven y en la producción de ficción dirigida por José Luis Escolar (ganador de un premio Goya). También ha trabajado para BocaBoca en el departamento de dirección, así como para otras productoras en diferentes spots y videoclips.

En su última etapa se ha centrado en el teatro, donde fue ayudante de dirección de Juan Carlos Villanueva y de Roberto Trujillo. Finalmente, ha llevado la producción del musical Orgullo, estrenado en el Festival Barnasants de Barcelona y posteriormente en el Teatro Alfil en Madrid; de la comedia contemporánea Los
hortelanos son unos perros, de Teatro de Acción Candente, y de Segismundo sueña… La vida es sueño 2.0, una versión actualizada de la obra de Calderón seleccionada en el Festival de Almagro Off 2014 y en Fringe’14.

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