Nuevos retos para nueva Ministra de Agricultura.

Isabel García Tejerina, es desde el pasado 28 de Abril, la nueva Ministra de Agricultura, cargo importante no solo por el puesto y por ser la primera mujer que lo alcanza, sino por los grandes retos que se tiene que enfrentar en breve.


Esta vallisoletana de nacimiento tiene  un extenso curriculum y una vasta experiencia en la cartera de agricultura. Además de Ingeniera Agrónomo y Licenciada en Derecho hay que añadirle varios master en lo que académico se refiere, mientras que en experiencia laboral podemos resumir que desde 1996 lleva trabajando para el Ministerio de Agricultura, bien en Bruselas o en la Junta de Castilla y Leon en diferentes cargos, todos ellos de responsabilidad y a diferencia de muchos de sus colegas políticos domina el Inglés y francés. Mas?

Retos
Entre los retos más urgentes, García Tejerina debe abordar las siguientes cuestiones: 
  • Aplicación reforma PAC. Ante el desarrollo de los reales decretos que recogerán las normas jurídicas de aplicación de la nueva PAC a partir del 2015, deberá de  priorizar los apoyos hacia al agricultor activo profesional para que las ayudas reviertan en beneficios para el empleo, el medio rural, la innovación y el bienestar social.
  • Fondos UE Desarrollo Rural. En el acuerdo aprobado, la aportación estatal se reduce del 50% al 30%, dejando el resto en manos de la administración regional. Es preocupante debido a los drásticos recortes presupuestarios del MAGRAMA y las CC.AA. ya que pueden poner en peligro los fondos de Bruselas ante los problemas de cofinanciación de los programas de Desarrollo Rural. Por este problema, en 2012 ya se perdieron 70 millones de euros y, a falta de conocer los datos definitivos, en 2013 el Comisario Ciolos ya avisó a Arias Cañete de que se podrían perder incluso más. Debe ser irrenunciable la cofinanciación de los fondos de desarrollo rural, vitales para medidas estructurales para el sector como la incorporación de jóvenes, modernización de explotaciones, medidas agroambientales, regadíos o zonas desfavorecidas. 
  • Desarrollo de la Ley de medidas para la mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria. Oportunidad única para conseguir una mayor transparencia y seguridad jurídica en la cadena. Sin embargo, aunque estamos convencidos de que evitará algunos abusos comerciales, nuestra mayor preocupación como agricultores y ganaderos que es el precio, ni se garantiza, ni se soluciona con esta Ley. Se estima necesario extender la obligatoriedad de contratos escritos a todos los agentes, prohibir la venta a pérdidas y establecer un régimen sancionador eficaz. En 2014 habrá que seguir muy de cerca el desarrollo normativo de la Ley, de forma especial el del Código de Buenas Prácticas.
  • Fiscalidad y subida de costes de producción. Debe evitar una subida del IVA en productos básicos y en los principales impuestos agrarios y bloquear la propuesta de eliminación del régimen de módulos de cotización. Además, deberá negociar un paquete de medidas para mitigar el impacto de la subida de los costes de producción en la rentabilidad de las explotaciones. En este sentido, merece especial atención, espectacular subida de precio de las tarifas eléctricas para riego. Desde que en el año 2008 el Gobierno suprimió la tarifa eléctrica de riego, los agricultores de regadío han soportado incrementos de coste eléctrico por encima del 120%. 
  • Acuerdos UE con terceros países. Deberá exigir la aplicación del principio de preferencia comunitaria y el reforzamiento de los controles en frontera para que se cumplan los términos de los acuerdos de libre comercio negociados por Bruselas, en concreto habrá que seguir muy cerca la ronda de negociaciones del Acuerdo Transatlántico de libre comercio EEUU-UE por las posibles amenazas para nuestro modelo de agricultura: una laxa legislación norteamericana sobre cultivos transgénicos, carne hormonada, productos clonados, y normativa higiénico-sanitaria, muy alejada de los estrictos estándares de calidad y seguridad europeos, sometidos a negociación durante el proceso abierto.
Asaja
Entiende la organización agraria que, en este caso, el Gobierno ha dado un buen ejemplo al nombrar como sucesora de Arias Cañete a Isabel García Tejerina que tiene todo lo que se le puede pedir a una Ministra: formación, experiencia en el sector agrario y en la empresa privada, en negociación, en temas internacionales…
Desde ASAJA CORDOBA confían en que la línea de trabajo iniciada por Arias Cañete continúe, especialmente en temas esenciales como la reforma de la PAC, que está aún abierta, y que culminará después de esta campaña cuando se conozcan las diferentes comarcas agrícolas; también en la mejora de las relaciones en la cadena comercial, para evitar los desequilibrios actuales que tanto perjudican al productor; y, sobretodo, ASAJA confía en que el futuro de las actuaciones del Ministerio se hagan partiendo de comprender que el campo vive un momento muy delicado, con costes elevados de producción y excesiva burocracia y que hay que hacer viables las explotaciones para mantener el tejido rural.

Coag.
Le pide que abra una nueva etapa de diálogo y negociación con las organizaciones profesionales agrarias para abordar de manera consensuada y eficaz los principales retos que debe afrontar el sector agrario. En este sentido, el Secretario General de COAG, Miguel Blanco, ha apuntado que “es vital una apuesta firme y decidida por el modelo social y profesional de agricultura, básico para la creación de empleo y el desarrollo en el medio rural”. Asimismo, Blanco ha reclamado a la nueva titular del Ministerio un cambio de tendencia en los presupuestos de su departamento, tras un “hachazo” del 41% en los fondos destinados para Agricultura en los últimos tres años. “El sector agroalimentario es estratégico para la economía española y ese liderazgo tiene que tener su reflejo en el apoyo sin fisuras del Gobierno”, ha subrayado.
El secretario general de COAG Andalucía, Miguel López, ha añadido que es muy importante aplicar los topes y la degresividad como criterios a la hora de gestionar el dinero público. “Hay que usar los fondos con racionalidad, y tenemos margen para aplicar medidas que favorezcan al modelo agrario profesional. Tenemos el ejemplo de Francia, donde se aplica la degresividad para potenciar la actividad económica de manera directa, y que los recursos públicos se dediquen a generar empleo. En Francia también priman a las primeras hectáreas, garantizando así un mínimo de renta”. “No podemos olvidar que hablamos de producir alimentos, en un marco de calidad y seguridad, y de un medio natural gestionado con compromiso, con responsabilidad. Potenciamos la soberanía alimentaria para no entrar en un proceso de dependencia y de pérdida cultural que tendríamos que lamentar”. 

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