Nuevo alunizaje sobre el escarmentado escaparate de Aromas, mismo modus operandi, los ladrones les tiene cogidas las horas a las fuerzas de seguridad.
Llega la madrugada y vuelta a empezar. Los ladrones roban un coche en Montilla y a eso de las 4 de la mañana se repite la misma historia: estrellarlo contra la facha de la tienda de Aromas, en pleno centro de Montilla.
Carrera para cargar todo lo que se pueda y salir por patas, abandonando el coche robado y saliendo a toda leche con el ya conocido BMW blanco de la última vez, seguramente los mismos, que aún están por coger, pero esta vez alunizaje con coche ajeno, para no rayar el suyo, o no suyo vete a saber.
Ni la casualidad de la última vez, ni drones , ni hitos, burlones ni cristal de seguridad han sido capaces de detener a estos amigos de lo ajeno caro que no hacen más que dejar en evidencia la falta de medios personales que carece Montilla.
El comercio, los agricultores, la ciudadanía en general ve con estupor como cada semana se oye como han entrado en aquella nave, aquel cortijo, en aquella finca o aquel chalet, con la impunidad y seguridad del que sabe que independientemente de que haya o no gente dentro, nunca le va a pasar nada.
Mientras que los responsables de nuestra seguridad no hagan nada no queda más que decir que son malos tiempo para la gente honesta y que se gana el pan con el sudor de la frente.
