La politización de las asociaciones corrompe su función

La sistemática utilización política de las asociaciones es un signo claro del principio del fin de las mismas.

Una de las cosas que deberíamos de sacar en claro de los tiempos socialmente tan ricos que vivimos, es el echo de tener que diferenciar lo social de lo político, por poner un ejemplo: Podemos nace del 15M, pero no todo el 15M es Podemos.

Ante esta nueva realidad, la ciudadanía (¡¡TU!!) se encuentra ante la posibilidad de expresarse, de hacerse oír por el poder, pero no tiene la necesidad imperiosa de tomarlo, solo de orientarlo hacia donde se crea que puede ser mas beneficioso para el conjunto de la sociedad.

Para ese noble papel nació el asociacionismo, en el que un grupo de personas se unían para mejorar algún bien común, llámese deporte, trabajo, barrio, colegio, etc. Pero claro, eso plantea un problema: la falta de control por el poder.

Al poder, no le gusta ni los díscolos ni aquellas mentes abiertas que puedan perturbar el monopolio idealista que siempre quiere ejercer. Entonces, ¿como el poder desvirtúa o desactiva una asociación que le es molesta?.

Hay una forma que se utiliza en los últimos años que consiste en la creación de una asociación paralela, la cual es beneficiaria de subvenciones y prebendas mientras que a la rebelde es condenada al ostracismo económico y social. Es costoso en tiempo y dinero, pero como paga el erario publico, ¡que mas da!.

Los habituales métodos son la inclusión de la figura del topo. Aquí os dejo unos ejemplos de ello que, a buen seguro, reconoceréis en cualquier asociación de mas de 3 socios que conozcáis:

  • Los de siempre: Son aquellas personas que sin salir en fotos, vídeos o entrevistas, realizan todo el trabajo de la asociación, por el mero echo de creer en lo que se hace. A pesar de ser el corazón y alma de la asociación, se convierten en su peor enemigo al verse utilizadas por el postureo.
  • El Snowden: Es aquella persona que descubre el pastel y pone en público conocimiento los tejemanejes ocultos. Normalmente es vilipendiado y eliminado con sorna y desprecio. El tiempo le dará la razón pero el daño ya está sufrido y se habrá perdido para siempre.
  • El Señor Cuesta: Es esa alma cándida que cree que manda, que cree que ha llegado al cenit de su vida dirigiendo una asociación, importa poco para que sirva o el numero de socios de la asociación, lo importante es que es presidente/a. Normalmente no se entera de nada y es teledirigido por la figura del apañao o el postureo.
  • El postureo: Es el rey del mambo, soberano sobre la tierra, claro está, en el minúsculo reino de su asociación. Para aumentar su poder no duda en implicar a los de siempre en aventuras que solo le traerán beneficio personal y con un poco de suerte, a la asociación.

Los topos

  • El agente doble/triple: Es aquella persona que va a la asociación rebelde solo para enterarse de los planes, de quien es quien, de las quejas, etc… para a su vez contárselo tanto al poder, como a la asociación paralela, todo ello en la creencia de que será recompensada con algún bien. “Roma no paga traidores” cariño.
  • El apañao: Es aquella persona que se hace cargo poco a poco de todas las funciones de la asociación, es vocal, para luego hacerse secretario y luego vicepresidente, todo ello “por ayudar”. Al final suele imponer su criterio y ejercer de Presidente en la sombra, sin haber sido elegido, y habiendo eliminado a todas aquell@s miembros que le pueden hacer sombra.
  • El antitodo: Dícese de aquel que sin participar en nada, menoscaba, anula, protesta y aburre al personal hasta tal punto que cada vez van menos gente a las reuniones, cosa que es muy efectiva a la hora de hacer lo que el poder quiera. Grandes cosas se tuercen con un puñado de votos, no lo dudes.
  • El conmigo o contra mi: Es la evolución lógica del apañao. Ya tiene de facto el poder, ahora siente la necesidad de ejercerlo y eliminar cualquier atisbo de oposición para alcanzar su fin. Impedirá por todos los medios la entrada en la asociación de cualquiera que le pueda hacer sombra, que pueda hacerle perder su poder. Es mas común de lo que creerías.

Ni que decir tiene que estos personajes pueden ser hombres ó mujeres, no hay distinción. Los tres últimos son los que evolucionan al postureo y con suerte y si no son descubiertos, llegarán a ser concejales o incluso alcaldes, ¡válgame el cielo!.

Muerte o resurrección

Y,  ¿quien tiene la culpa de que esto ocurra? Pues el soci@, indiscutiblemente. Esto no es la capital, esto es un pueblo y dando dos telefonazos y un whassap sabes de la vida y andanzas de cualquiera, por lo que saber quien es quien es muy fácil.

Y, ¿quien le pone el cascabel al gato? Esa misión recaerá en Los de siempre, como almas nobles dentro de cualquier organización, son los encargados de poner orden y volver a la senda correcta, de ellos dependerá como siempre la muerte o resurrección de cualquier asociación.

Las asociaciones para ejercer su función correctamente han detener objetivos concretos, ser libres, independientes y abiertas a sus socios. Suerte y al toro que tajo hay.

Antonio Galán

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *