La escuela transformativa. El cambio sistémico.

«La educación no es la respuesta a la pregunta. La educación es el medio para encontrar la respuesta a todas las preguntas «

William Allin

Desde hace unos meses, las principales cabeceras generalistas de información vienen aumentando exponencialmente los artículos relacionados con la educación. Crece la Información y, al calor de ese fuego, crece también la opinión. Y celebramos que sea así; pues estaremos de acuerdo en la importancia y fundamento del asunto. Sí, nos jugamos demasiado, y movidos por intereses muy diversos, todos los sectores del tejido social parecen realmente preocupados por la calidad de la educación; todos por motivos y fines tan legítimos como insuficientes.

Todos, absolutamente todos, los gobiernos, sindicatos, docentes, familias, empresas… podemos encontrar dificultades; podemos tener nuestros propios obstáculos, pero disponemos al mismo tiempo de aquellos retos y objetivos que nos proporcionan motivo, sentido, propósito y, sobre todo, camino. Lo decisivo es saber qué se quiere, dónde se está y cómo lo vamos a conseguir.

En todo caso, si hay algo que me parece fundamental en el diseño de la estrategia, Que cada una de las partes implicadas reúna la generosidad suficiente como para poner en el centro de la misma al niño y al joven, verdaderos protagonistas de la apuesta. Porque si antes que los intereses particulares y objetivos potenciales de cada una de estas partes no somos capaces de ver la centralidad de la persona, lo que quiera que surja, surge podrido. Es Decir:

  1. Que los gobiernos -¡que pueden!- quieran y sepan ver la escuela más allá de posibles y potenciales votantes.
  2. Que los sindicatos -¡que pueden!- quieran y sepan ver la escuela más allá de conflictos laborales.
  3. Que el entorno de empleabilidad y empresas -¡que pueden!- quieran y sepan ver la escuela más allá de forjadoras de máquinas productivas para el sistema.
  4. Que todos los docentes -¡que pueden!- quieran y sepan ver la escuela más allá de un espacio de empleo con el que poder vivir.
  5. Que todas las familias -¡que pueden!- quieran y sepan ver la escuela más allá de un espacio útil para la planificación y organización de sus proyectos.
  6. Que todo el alumnado -¡que puede!- vea y experimente entonces la escuela como el lugar y el espacio en el que aprende, se desarrolla, interactúa y crece.

Se trata, quizá, de partir del desarrollo integral de la persona y no solo de la capacitación para los entornos de empleabilidad movedizos que se van creando. Se trata quizá de ir un poco más allá de esos intereses particulares; de no conformarnos con una escuela adaptativa y apostar de una vez por una escuela transformadora de la persona y transformativa del entorno; de una escuela que acompaña a la persona a descubrirse, a descubrir la realidad y a descubrir la posibilidad cierta de transformarla.

gabino escuela transformativa

Será la prioridad de verdad y no solo una declaración de intenciones cuando los intereses de todos los agentes del cambio estén por debajo de los niños. Así, el cambio será posible si es sistémico, no solo técnico; será posible si de verdad pretendemos el desarrollo de una persona libre, crítica y comprometida. Solo hay una escuela mejor que aquella que es capaz de adaptarse al mundo; aquella que es capaz de transformar ese mundo.

Gabino Carmona Colón

gabycarmonacolon@gmail.com COACH Personal/Equipos y Ejecutivo/Organizacional (Proceso certificación por ASESCO) Profesor ESO-BACH.

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