Según el balance publicado por el Ministerio del Interior, la criminalidad en la provincia de Córdoba se ha incrementado un 3,8% en el primer semestre de 2024 respecto al mismo periodo del año anterior, por encima del aumento andaluz y de la media nacional. Pero dentro de la provincia se han registrado evoluciones muy dispares entre las distintas poblaciones.
En lo que se refiere al ámbito competencial de la Guardia Civil, mientras que en Priego de Córdoba y Puente Genil se han reducido los índices delincuenciales, en Palma del Río han crecido un 3,7%, y el mayor incremento se produce en Montilla con un 9,1% que triplica la media nacional, acumulándose al 18,5% de aumento en dicho municipio a lo largo de 2023. Además, la criminalidad convencional crece un 32,6% en Montilla, situándolo entre los cinco municipios andaluces que más han subido en esa tipología.
Preocupa especialmente el escandaloso crecimiento de los robos con fuerza en Palma del Río, nada menos que un 254%, sobre todo los robos en domicilios que han subido un 144%, mientras que en Montilla estos delitos se han incrementado un 56% –un 40% los robos en viviendas–, y en Priego el 16,7%. Pero no menos preocupante es que se hayan triplicado las sustracciones de vehículos en el ámbito de la Guardia Civil, y que en Palma del Río se hayan duplicado los robos con violencia e intimidación, municipio en el que los delitos por tráfico de drogas aumentan el 100%, mismo porcentaje que en Priego. Se trata de tipologías delictivas directamente relacionadas con la baja actividad preventiva debido a la falta de guardias civiles.
Los delitos de lesiones y riña tumultuaria crecen un 15% en los municipios competencia de la Guardia Civil, especialmente en Montilla donde suben un 57%. En cuanto a la cibercriminalidad, sigue incrementándose pero no tan acusadamente como en años anteriores, salvo en Puente Genil que ha registrado un aumento del 94%, siendo el tercer municipio andaluz con mayor crecimiento, solo superado por Lepe y Carmona.
Todos estos datos negativos tienen una relación muy directa con el endémico déficit de guardias civiles que padece la provincia de Córdoba, con unas 150 vacantes sin cubrir y habiendo perdido un 5% de efectivos en los dos últimos años.
La estadística de Interior confirma una vez más las reiteradas denuncias de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, porque esa falta de agentes afecta gravemente a la seguridad ciudadana, con la mayoría de las dependencias cerradas y las escasas patrullas disponibles sobrepasadas al tener que encargarse de la vigilancia de varias poblaciones simultáneamente.
