Cuando una persona, siendo ella misma, con sus virtudes y sus defectos, sus habilidades y sus manías, sus creencias y sus convencimientos, habiendo andado con unos zapatos que nadie nunca utilizó, consigue dejar huella en un lugar, haber tomado de la mano a muchos, haberles abierto la mente y haber tocado corazones, es porque su trabajo, su empeño, su dedicación , su perseverancia, basada en el mensaje de Jesús, ha dejado huella y ha hecho camino al andar, habiendo contagiado vida y habiendo puesto vida a sus años y a los años de otros, es porque el trabajo incesante, acompañado de la fe, han sido los factores clave de una tarea que revierte en haber hecho en cada momento lo que en justicia así se consideraba que había que hacer, a pesar de que algunos no pudieran incluso entender.
Dar respuesta al mensaje: “Tuve hambre y me disteis de comer y tuve sed y me disteis de
beber”, es algo que sólo ella sólo lo sabe, aún a pesar de muchas dificultades, conocidas y otras nunca conocidas de quien se entregó por entero, siendo un “traste” a veces escuchado en boca suya.
Persona que supo combinar perfectamente los cuatro pilares que sustentan y han sustentado su vida, conocida y no conocida aquí y en muchos lugares donde ha estado. Ha sido una mujer que HA CREÍDO, HA QUERIDO, HA SABIDO Y HA PODIDO, llevar a cabo un encaje de bolillos entre un grupo de personas voluntarias numeroso y de forma diaria y un grupo de usuarios, cada uno de “su padre y de su madre” y como se dice: “quien la lleva, la entiende”, nada fácil en el día a día pero que teniendo esperanza en la providencia y al esfuerzo de muchos, siempre ha salido adelante.
Jesús ha sido su motor y su fe ha hecho de ella el instrumento para sacar adelante el reto del Comedor Social junto al grupo de voluntarias y voluntarios, que lo han dado todo para cubrir los objetivos de cada día y a quienes también es necesario reconocer por su dedicación, desprendimiento, constancia y saber hacer.
Consciente de la engañifa, de los vericuetos, de las falsas verdades, ha sido capaz de ser solidaria de forma justa, dentro del papel que ella juega en todo este proceso. Ha sabido dar a cada persona una palabra de humanidad y al mismo tiempo un mensaje de amor y un mensaje basado en el evangelio.
No se trataba de dar de comer, no se trataba de alimentar el cuerpo, que también, sino de
alimentar el espíritu, el corazón, dando posibilidades, abriendo caminos, buscando trabajo,
pagando y cubriendo necesidades….
Nunca renunció a ser ella misma (carácter, donde los haya, genio implacable en frasco pequeño), del que también tuvo que hacer uso , al igual que esa sonrisa amable y sincera para quienes buscaban un poco más de aliento.
La palabra que te llevas de todos nosotros y nosotras es ¡GRACIAS!,!MUCHAS GRACIAS! Hasta
de aquellos que no aceptaron o comprendieron tus decisiones, porque cuando uno conoce el GLOBAL, no es lo mismo que cuando uno conoce SU PARCELA.
HERMANA MANOLI, las decisiones de Comunidad se acatan desde la Obediencia, como así lo
tenéis profesado en vuestras Comunidades y reglas de funcionamiento. El trabajo que te queda por hacer es mucho en favor siempre de los más necesitados, lugar al que te envían igualmente para este futuro más inmediato en Cádiz.
Seguro que el ser humano, nos lleva a sentir, a tener sentimientos de tristeza, de melancolía,
de cierta pena…pero el mensaje al cual te agarras, hace que el sentido del optimismo prevalezca sobre lo demás, mires hacia adelante y tengas la seguridad de que todo irá bien.
Los buenos entrenadores siempre dejan todo preparado para que el relevo se produzca sin
incidencias , aunque siempre los cambios, producen cambios. De todos modos, hay que seguir con una tarea de la que fuiste la cabeza, las manos y el corazón. Una tarea que debe seguir para seguir dando respuesta a las personas que así lo demanden y tengan derecho a ello, desde la solidaridad unida a la justicia.
Me voy a arriesgar a hacer de mis palabras el sentimiento de quienes te han conocido, han
trabajado contigo y han compartido muchas experiencias para decirte nuevamente ¡GRACIAS!, MUCHAS GRACIAS! .
En la parte que aquí me corresponda, ha sido un placer trabajar contigo desde el Área de
Gestión de la Ayuda Alimentaria, aprendiendo contigo, agradeciendo en todo momento y viendo como lo das todo por todos, dando respuesta al mensaje, antes mencionado de “TUVE HAMBRE Y ME DISTEIS DE COMER, SED Y ME DISTEIS DE BEBER.”
Siempre te vamos a desear lo mejor, desde el corazón, y siempre tendrás aquí tu casa, tu
gente y nuestro corazón. COMIENZA UN NUEVO CAMINAR donde tienes que seguir dejando
HUELLA como hasta ahora lo has hecho.
¡GRACIAS! ¡MUCHAS GRACIAS HERMANA MANOLI!