Las contrataciones de julio rebajan el paro en 10.830 personas, hasta las 2.550.237 inscritas. Una bajada muy similar a la de julio pasado y que se concentra, como es habitual en esta época, en el sector servicios.
“Un dato que nos llama poderosamente la atención, y que ya avanzaba la EPA, es cómo los contratos veraniegos han pasado de ser los primeros trabajos de los estudiantes a los salvavidas de parados de larga duración. El dato es más que llamativo: baja en casi 3.000 personas en el colectivo sin empleo anterior, donde figuran los parados por más de un año, pero solo en 210 personas entre los menores de 25 años”, advierte Joaquín Pérez, secretario general de USO.
Para sacar a cada persona del paro, se han firmado 140 contratos. Y, lo que es más llamativo aún: 54 contratos indefinidos.
“Es una de las cifras más sangrantes de las últimas series. 54 contratos indefinidos firmados en un mes por cada persona que abandona el paro. No hace falta hacer muchas cuentas para saber que los contratos indefinidos bien pueden firmarse un sábado y destruirse un domingo. Eso no es contratación de calidad ni indefinida. Eso es una perversión del contrato más estable por la última reforma laboral”, arguye Pérez.
Estos datos del SEPE se unen a la estadística europea conocida ayer: España ya es el único país de la Unión que supera las dos cifras de desempleo, tras conseguir Grecia rebajarlo al 9,6 %.
“Este modelo de empleo y de contratación sigue manteniendo un mercado laboral no con pies de barro, sino con ellos hundidos hasta el fondo en la playa. España ya es el país con más turismo extranjero del mundo, pero en la población trabajadora repercute en contratos de dos días y jornadas interminables para ganar el SMI y vivir en una habitación con baño compartido”, denuncia el secretario general de USO.
Por ello, Joaquín Pérez insiste en que “el principal trabajo por hacer con respecto al empleo es cambiar el modelo productivo, retener a nuestro talento y apostar por la industria de alto valor añadido y la innovación. Los parques de atracciones son muy divertidos para pasar el día, pero no podemos convertir un país entero en un parque temático”.
