El Parador, crónica de una ruina anunciada

Otro pedazo de historia de Montilla se vuelve a perder víctima de la especulación inmobiliaria y la dejadez institucional. “El Parador”, edificio finales del siglo XIX y principios del XX, ha sido parada de postas, bodega y discoteca veraniega y habría sido hotel ó centro de convenciones, pero se convertirá en un montón de cascotes y otra foto que colgar al lado de los tan anhelados Arcos de Montilla.

El Ayuntamiento de Montilla ha comunicado a la propiedad privada de “El Parador” la necesidad de que actúen bien para demoler, o en su caso restaurar. Este es el último trámite que desde el consistorio montillano se ha tenido que efectuar en base a los informes técnicos presentados desde los servicios técnicos municipales en los que se explica que el edificio está inmerso en un proceso de deterioro general progresivo, presentando daños de consideración en la cubierta, degradación de los muros, desprendimiento de partes de la fachada y corrosión de elementos metálicos entre otros, concluyendo que “no es viable, técnica ni económicamente, su rehabilitación mediante consolidación o sustitución, ya que supera el límite del deber normal de conservación”. El informe recomienda el vallado perimetral del edificio para evitar posibles accidentes.

Existen informes que desde el año 1992, ya advierten de que el edificio estaba “inmerso en un proceso de deterioro general progresivo, funcional y constructivamente, siendo éste irreversible en buena parte de sus elementos, el cual se ve acelerado por la antigüedad del mismo, las deficiencias constructivas de diseño, imprevisión de solicitaciones, baja calidad de algunos materiales y ejecución, propias de este tipo de construcción rurales”, por lo que la pregunta es ¿realmente se ha querido hacer algo con el edificio?

Desgraciadamente no es el primer edificio emblemático de Montilla que se pierde: los Arcos, las casas señoriales de la Corredera y Puerta de Aguilar que fueron sustituidas por bloques de pisos, bodegas y lagaretas familiares del casco urbano y mas recientemente algunas fuentes, parajes y caminos…..,todo ello nos hace un pueblo un poco mas pobre, haciendo imposible aquella máxima de conservar lo que tenemos para poder entregárselo a nuestros hijos.

Palacio de Medinaceli y La Tercia.

En esta tesitura, no cabe mas que mirar a dos edificios que por cariño, estilo y edad estan en todos los corazones de los montillanos, pero que habrá que echar alguna foto ya por si luego pasa como el muro del Castillo y ya no se puede.

Palacio de Medinaceli: Una parte está en perfecto estado de uso, mientras que la otra parte entró en pública subasta para acometer un proyecto faraónico de transformación en el que otro edificio emblemático sin uso y abandonado, iba a convertirse en un un hotel ó restaurante de alto nivel, ¿les suena la copla?. Ni que decir tiene tal subasta quedó desierta a pesar de contar con todos los informes favorables habidos y por haber del Ayuntamiento.

La Tercia: Solo decir que si no fuera por los vecinos….. ya se habría caído. Es una verdadera pena ver esa fachada señorial plagada de desconchones, esos balcones roídos por el oxido… lo dicho, gracias vecinos.

Resumiendo, por que soy de lágrima fácil y me duele eso de ir perdiendo un icono de adolescencia, un acompañante de mis noches veraniegas o un punto de referencia en el horizonte montillano como ha sido el Parador.

Os dejo este enlace al artículo que sacamos el pasado septiembre recreando la vida y usos del Parador de Montilla en sus mejores épocas.

Antonio Galán

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