Las obras de subsanamiento de las grietas y el deslizamiento de la calzada de la Ronda Norte acaban de ser finalizadas, con cargo al Ayuntamiento.
Ayer, la teniente de alcalde de Infraestructuras, Raquel Casado, acompañada por el alcalde, Rafael Llamas, explicaron en qué han consistido la subsanación de un problema “que apareció desde el primer momento de la recepción de dichas obras realizadas por la Junta de Andalucía a través de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) en el año 2013”, hace ahora diez años.
El deslizamiento de la calzada y posteriores grietas aparecidas en la misma, en la confluencia de la calle Córdoba con la Ronda Norte, están provocadas debido “a que las aguas subterráneas de un importante venero de la zona, a las que hay que sumar las precipitaciones cuando estas existen, no están bien encauzadas y el terreno se va lavando produciendo el deslizamiento del mismo”, según ha explicado la teniente de alcalde que ha subrayado que, a pesar de la insistencia ante la Junta para que solucionara definitivamente el problema, “ha sido el propio Ayuntamiento el que ha tenido que acometer finalmente dichas obras, por un importe de alrededor de 27.000 euros”.
La delegada ha explicado también que el proceso ha sido complejo, “realizando sondeos y mediciones hasta conocer la naturaleza del terreno”, y todo ello “con equipos técnicos externos al Ayuntamiento”. La delegada también ha adelantado que también se está pendiente de pedir los permisos pertinentes a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para que “este agua, y más en estos momentos de sequía, pueda ser aprovechable”.
Por su parte, el alcalde ha hecho hincapié en que “las actuaciones que realizó la Junta frente a las anomalías que la obra presentaba desde el principio no fueron definitivas” y que desde el punto de vista administrativo y jurídico, “la empresa que ejecutó las obras es la antigua Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA), que ahora es la actual AVRA, por lo que no existe una relación contractual” que respalde la situación, siendo AVRA la empresa que tiene que solicitar que se subsanen estos daños”, y que “hasta el momento ha dado la callada por respuesta”.
En relación al terreno, el alcalde ha explicado que aunque existe una escollera que protege este drenaje, “el riesgo está en que la calzada sufra tal daño que haya que cortar esta vía tan importante para Montilla”.
Esta Junta, culpable de todo
Además, Rafael Llamas ha aprovechado para recordar que “este tramo que está tan próximo a la Unidad de Actuación UA-8, si se ejecutara por parte de la Junta, se actuaría justamente donde está el problema” pero la negativa por parte de la Junta para acometer esta segunda fase de la Ronda Norte provoca “una situación de parálisis a la movilidad y accesibilidad de una zona fundamental para el desarrollo socioeconómico de Montilla”.
Aún así, el alcalde ha informado que en breve se comenzarán de nuevo las conversaciones con AVRA y “si la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía no da el paso el Ayuntamiento estudiará la posibilidad de subrogarse con los deberes y los derechos de la Junta”, sobre todo, ha explicado “por los propietarios que aportaron unos terrenos en su día y aún no han recibido sus solares”.
El proyecto de la Ronda Norte
El proyecto de la primera fase de la Ronda Norte, redactado por el arquitecto pontanés Juan Cuenca, se incluyó en el Programa Regional de Espacios Públicos y se desarrolló a partir de un convenio de colaboración entre la Consejería de Fomento y Vivienda y el Ayuntamiento de Montilla, en virtud del cual ambas administraciones se comprometían a financiar la obra al 50%, con un coste total de 1,53 millones de euros.
La actuación finalizó hace ocho años su primera fase, 580 metros de circunvalación, que conecta la calle Córdoba con la rotonda de la calle Santa Brígida, y quedaron pendientes de urbanizar, por parte de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA, los terrenos afectados por la Unidad de Actuación UA-8, sobre los que discurriría el segundo tramo de la Ronda Norte.
