CEOE ha advertido del retroceso experimentado por la inversión en el tercer trimestre del año y ha subrayado que todavía no ha recuperado los niveles de 2019, previos a la pandemia, tras publicarse este miércoles los datos del PIB correspondientes al tercer trimestre.
“El entorno de la economía española sigue caracterizado por una elevada incertidumbre y por el aumento de costes en sentido amplio, como se manifiesta en la inversión, que sigue siendo la variable más retardada en la etapa de recuperación posterior a la crisis. De continuar esta tendencia, podría suponer una pérdida de competitividad y de potencial de crecimiento para la economía española”, ha señalado la organización.
El PIB del tercer trimestre ha estabilizado su tasa trimestral en el 0,8%, un crecimiento muy elevado, que intensifica el ritmo de avance interanual de la actividad hasta el 3,4%, frente al 3,2% anterior.
Este notable dinamismo de la actividad económica se explica por la fortaleza del consumo, tanto privado como público, que ejerce un efecto tractor sobre las importaciones.
Así, el consumo de los hogares españoles mantiene un crecimiento positivo y dinámico en el tercer trimestre (+1,1%), debido al aumento del empleo, de la renta disponible y la moderación de la inflación. Por su parte, el consumo público avanza un 2,2% trimestral. Este componente supera en casi un 20% los niveles de 2019.
La inversión, sin embargo, muestra un retroceso intertrimestral bastante intenso debido a la construcción, lo que contrasta con la favorable evolución del resto de componentes de la demanda interna. La inversión en bienes de equipo mantiene un crecimiento discreto, del 0,2% trimestral. Ambos componentes siguen por debajo de los niveles prepandemia.
Aportación negativa
En cuanto al sector exterior, el vigor de las importaciones frente a las exportaciones hace que su aportación al PIB sea negativa (-0,1%).
El empleo muestra una pérdida de dinamismo en su ritmo de crecimiento interanual. Así, las horas trabajadas crecen un 0,9%, por debajo del 2,3% del segundo trimestre. Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo también moderan su ritmo de crecimiento en dos décimas, hasta el 1,9%.
En términos intertrimestrales, se registra una notable ralentización de las horas trabajadas, que crecen un 0,2%, frente al 0,8% del trimestre anterior. En cambio, los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo repuntan hasta el 0,9%.
El incremento más intenso del PIB que del empleo hace que la productividad por ocupado siga recuperándose y aumente un 1,4% en tasa interanual. En todo caso, esta variable sigue siendo un 2,2% inferior a la registrada antes de la pandemia. La productividad por hora trabajada también acelera su ritmo de crecimiento, hasta un 2,5% interanual.
Más costes laborales
Por su parte, la remuneración por asalariado y los costes laborales unitarios siguen mostrando un crecimiento notable, aunque se desaceleran en el tercer trimestre. Así, la remuneración por asalariado crece un 4,6% en tasa interanual, mientras que los costes laborales unitarios lo hacen un 3,2%. En todo caso, los costes laborales unitarios son un 21,4% superiores a los del cierre de 2019.
El Excedente de Explotación Bruto (EEB) permanece prácticamente estancado por segundo trimestre consecutivo, con un crecimiento trimestral del 0,1%, y sigue perdiendo peso en el PIB: se sitúa en el 41,8% del total, es decir, 1,3 puntos menos que en 2019.
Por el contrario, la remuneración por asalariado crece un 7,2% en términos interanuales y su peso en el PIB sí supera las cifras prepandemia.
Dada la mejora de la actividad hasta septiembre, las perspectivas de crecimiento para 2024 de la economía española podrían alcanzar el 3%, por encima de la media estimada para la Eurozona (0,8%).