Portada » Aprendiendo de mi tacita

1 comentario en «Aprendiendo de mi tacita»

  1. Ojalá todos fuéramos como los gaditanos con ese arte en decir la vedad y totalmente libres para cantarla como nos de la gana. Qué lástima que las chirigotas se acaben cuando comienza la cuaresma.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *