Combinar nivel cognitivo, emocional, valores y habilidades …

En Educación, al igual que en otras tareas, para que este proceso sea garantía de éxito es
necesario combinar cuatro aspectos, cuatro pilares fundamentales que propicien potenciar el equilibrio personal y que se sustenta en educar el nivel cognitivo, el nivel emocional, la
educación en valores y el fomento de habilidades sociales que permitan un desarrollo en el
mundo que les ha tocado vivir, adquiriendo hábitos saludables, en todos los sentidos.

Se puede ser un fenómeno a nivel cognitivo y ser un caos a nivel emocional…; ser un fenómeno en conocimientos y no tener valores que aseguran conseguir un fin sin importar los procedimientos…; ser un pedazo de pan, pero no saber decir no…; todo un mundo de
combinaciones que no favorecen el equilibrio personal…

Para conseguir un equilibrio personal con el fin de no excederte con tus éxitos y al mismo tiempo no hundirte cuando llegan las vacas flacas, hace falta combinar los elementos
reseñados, tanto a nivel personal, como cunado trabajamos a nivel de alumnado. Esta tarea necesita de constancia, del creer, del querer, del saber y del poder, como se indicó en el artículo anterior.

Trabajar el nivel cognitivo, a través de diferentes programas, hace avanzar en el pensar y sobre todo a la hora de resolver situaciones complicadas.

Se trata de resolver las situaciones, de forma adecuada, pensando las causas, las decisiones
más acertadas, las consecuencias, las alternativas posibles, el ponerme en el lugar del otro, la
conveniencia y utilidad de las mismas, así como precisar los objetivos y saber solucionar los
mejores medios para conseguirlo.

El alumnado, al igual que los adultos, debemos tener los pensamientos y habilidades cognitivas necesarias para poder solucionar problemas interpersonales. Es necesario, en la escuela, atender a aquellos que carecen de esto, no suelen relacionarse bien con los demás, son personas egocéntricas y agresivas y serán fuente de problemas. El problema no está en la voluntad” (ser malo)” sino en el entendimiento (no ver otra cosa). Los pensamientos se pueden enseñar y por tanto los distintos modos de resolver los posibles conflictos.

Trabajar el nivel emocional es otro de los aspectos en estos cuatro pilares para formar
personas equilibradas.

Muchas veces, la falta de control emocional, hace tomar decisiones, producto de la inmediatez y de la precipitación que echa por tierra toda una trayectoria, en muchos sentidos. Por ello es necesario buscar y hacer silencios queridos para eliminar todos esos ruidos que nos estorban y nos impiden pensar y sentir de forma adecuada. La escuela también contribuye a ello.

Trabajar el aspecto de valores hace a la persona tener unos criterios morales que le ayudan a
discernir entre lo bueno y lo menos bueno; lo justo y lo menos justo, lo seguro y lo peligroso…y de este modo no arrasar sin preocuparle los medios, la gente que queda en el camino, para
conseguir un objetivo concreto. En definitiva, saber combinar lo eficaz y lo justo.

Trabajar las habilidades sociales, es otra cuestión que completa este equilibrio del que
hablamos y que hoy por hoy se le da una importancia notoria, para hacer competentes a las
personas con las que tratamos, con el fin de que sepan formarse en estas capacidades para
poder dar respuesta a las necesidades actuales y que pasan obligatoriamente por una formación digital, una formación digital encaminada al aprendizaje que me ayude a ser más competente y por tanto a crecer como persona.

En definitiva, es importante desarrollar estos cuatro aspectos para conseguir el equilibrio
personal necesario.

Queda claro que por el mar no corren las liebres, ni por el monte las sardinas. No todo el mundo puede ser maestro, a pesar de que gusta jugar a serlo o a opinar de forma precipitada. Hay que creer, querer, saber y poder. Ser maestro, no es un juego. Ser maestro es un arte.

Paco Llopis Maestro

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *