Tras un largo y cálido verano, el peligro de incendio se manifiesta en cualquier lugar, pero ¿Montilla ha hecho sus deberes para impedirlo?, juzgue usted mismo.
Con los incendios producidos en Almonaster, Motril, Guillena, Cantoria y Estepona, nos hemos preguntado si en Montilla se habia hecho gala de cumplimiento del bando municipal de Junio en el que el Sr. Llamas avisaba y ordenaba que las personas propietarias de terrenos tienen el deber de mantenerlos en condiciones de seguridad, salubridad y ornato público, realizando los trabajos y obras precisos para conservarlos[…]“Los solares sin edificar habrán de permanecer limpios de escombros, herbáceos (cuando estas constituyan un riesgo de incendio) y materias orgánicas.” […] los propietarios o tenedores de terrenos en suelo urbano tienen la obligación de realizar tareas de limpieza, eliminación de todo tipo de matorrales y herbáceas que puedan constituir un riesgo de incendio, desinfección y desratización de los mismos”.
Todo ello antes del 15 de Julio y todo ello sancionado con multas de hasta 1.500€.
Bien, tras ese tiempo dado por el Alcalde y una denuncia ciudadana en redes sociales que solo sirvió para la limpieza municipal de lo denunciado, vemos que Montilla sigue tal y como siempre, llena de aramagos y pasto susceptible de incendio
No hemos de irnos muy lejos en la memoria para recordar otros fuegos en las laderas del Castillo de Montilla
o en la Cañada del Madroño, que durante años fue un clásico del verano
Ahora las zonas de peligro son las mismas pero a ellas hay que añadir la barriada que bordea el Parque de la Rejoya
o sitios tan promocionados y concurridos como el aparcamiento del Coto, en el Paseo de Cervantes, ocupado por los vecinos y lleno de caravanistas.
Sería mas que interesante que la alcaldía se dedicara no solo, a ojear redes sociales y a menospreciar a otras administraciones en pos de un redito electoral, sino que pusiera mas empeño en mejorar y proteger el futuro o al menos el día a día de los montillanos, que para eso se les paga.
Antonio Galán
