Hoy os traemos a la cantante Clara Luque, la voz de su generación, cantautora que pone letra y música a lo que siente una mujer treinteañera que busca su lugar en el mundo, como todos los de su generación.
Esta psicóloga de mayo del 93, pasó su infancia y adolescencia en Montilla, y desde muy pequeña tuvo predilección por actividades creativas como escribir poemas, cantar, inventar historias, dibujar… A los 17, poco antes de su etapa universitaria, aprendió a tocar la guitarra de la mano de su padre, y luego fui probando yo misma y usando esos aprendizajes para ir creando canciones.
Componer siempre ha sido para mí una herramienta muy potente de expresión y canalización emocional, y una de esas actividades que te atrapan y te mantienen durante horas con la atención focalizada en ese proceso, como si el resto del mundo dejase de existir.
Así que ya nunca he dejado de hacerlo, y a lo largo de los años que estudié Psicología en Málaga seguí haciendo canciones y adquiriendo nuevos recursos en el manejo de la guitarra. Durante el máster de Psicología General Sanitaria conocí gente con la que compartir la música, y experimenté por primera vez lo que supone tocar para un público. Participamos en varios micros abiertos, y en un certamen de cantautores organizado por la Universidad, en el que nos concedieron el primer premio.
Después de terminar mis estudios, estuve algún tiempo más en Málaga, trabajando como psicóloga, pero la pandemia del covid nos obligó a todos a parar, y en ese paréntesis me despertó una necesidad de cambio. Así que, cuando el virus ya estaba más bajo control, me fui a Barcelona a trabajar y a explorar la ciudad y la preciosa Cataluña. señala Clara Luque.
Fue una experiencia muy bonita y enriquecedora, que di por terminada cuando la parte más hostil de la gran ciudad empezó a hacer mella. El metro, la gente por todas partes, los precios desorbitados, el ruido constante, el aire sucio, y el ritmo frenético, terminaron por pesar demasiado y expulsarme de allí, deseosa de regresar durante un tiempo al campo (mi hábitat desde niña, porque me crié en Cuesta Blanca), y a la amabilidad característica de los pueblos.
Y actualmente, después de unos meses de parar y respirar, he reconectado con mi amor por la psicología y estoy trabajando para poner en marcha mi propia consulta online.
El mes pasado participó en la presentación de la exposición de Javi Ledesma que organizó Osiris Tatoo con la colaboración de la Asociación Síntesis, que pone tanto esfuerzo y tanto amor en dar espacio a artistas locales que queramos compartir nuestro trabajo con los demás. Y es una alegría contar con espacios así, donde conectar con personas con tanto talento y tanta sensibilidad en diferentes artes. finalizó Clara Luque.
Este semana hemos compartido los diferentes temas de esta artista en ciernes que desde el olfato que da la experiencia, no la sabiduría, se unirá a ese grupo de artistas que han pasado por esta casa y que se abren camino a través del esfuerzo y el buen hacer.
Antonio Galán
