
El Montilla C.F. debe contar con su cantera histórica si quiere soñar a lo grande.
Ya lo dijimos: “Hay tiempo e intenciones, solo hace falta levantar el teléfono”. Era una llamada a la acción, a la propuesta. A la reflexión y a la unión del fútbol montillano. Era dejar por escrito el legado de un presidente de honor del fútbol montillano. De aquel hombre que tendía puentes donde solo había discrepancias.
Y se hizo. A medias, por ahora. Pero se ha hecho. Se ha levantado el teléfono y se ha llegado a un acuerdo. El Club Deportivo Monfuba quedará unido al Montilla Club de Fútbol por los próximos 6 años. Los de granate pasarán a vestir de amarillo, gestionados por Monfuba hasta Infantiles y por el Montilla a partir de Cadetes. Es un comienzo. Una unión que beneficia a ambos clubes, pero que deja en el aire otras patas del fútbol montillano: Apedem y el fútbol femenino del C.D.F Paquillo Moreno.
Un nexo entre fútbol y aficiones que se queda corto, que podría ampliarse y recoger a todo un pueblo. Así ha sido que, mientras que durante el verano el Montilla tocó a las puertas de Apedem y Monfuba para llegar a un acuerdo a tres bandas, en este último intento sólo ha llamado al Club que no se decidió por la coalición in extremis. Una llamada cargada de buena intención en todo caso, pero a la que quizás se le pueda pedir una unión aún más fuerte.
Y es que se antoja difícil creer que el primer equipo contará con muchos jugadores criados en la cantera ya que no lo hacía antes con jugadores que competían desde Benjamines y no desde Cadetes. Tema, el de ver pocos montillanos en las filas del primer equipo, que supuso el mayor desencuentro entre el histórico filial y el Club principal y por el que el Apedem terminó creando su equipo Sénior. Un equipo que tendría cabida en la estructura actual en la que se cuenta con el Monfuba y como paso intermedio al club vitivinícola. De esta forma, se aunaría a todo el fútbol montillano bajo un mismo club y afición, a falta de levantar el teléfono al club femenino.
Sea como sea, el Montilla C.F. debe contar con su cantera histórica si quiere soñar a lo grande. Algo con lo que nos seguiremos ilusionando los románticos de este deporte mientras haya tiempo, predisposición y esperanza, que las hay. De nuevo, solo hace falta levantar el teléfono y hablar para trazar un gran acuerdo y animar todos los jugadores que pisan el césped de nuestro estadio bajo un mismo escudo.
Que me aspen si ver a una jaleante afición unida que apoye a un único gran club amarillo sobre el césped del Estadio Municipal Miguel Navarro no es el sueño de todo montillano con un balón de fútbol en su corazón.

Periodista