La Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul continúa, ante el inicio de la cosecha agrícola, las actuaciones de cercado de nidos del Programa de Seguimiento y Protección del Aguilucho Cenizo en la provincia de Córdoba, una especie migratoria transahariana que cría en el sur de España y se encuentra catalogada como amenazada en grado de ‘vulnerable’.
El delegado territorial, Rafael Martínez, acompañado por los propietarios, ha visitado una de las fincas donde se han localizado nidos de esta especie desde hace varias temporadas. Ubicada en el municipio de Santaella, en este terreno se cultivan hierbas aromáticas y cereales con destino a las instalaciones industriales de empresa Darégal Ibérica SL, donde se procesan y congelan para fin alimentario en un intenso proceso para que conserven sus características esenciales.
La principal causa que amenaza la extinción del aguilucho cenizo al nidifica en el suelo de zonas agrícolas es la siega mecanizada. Por ello, una de las principales actuaciones del Plan de Protección y Seguimiento es el trabajo de localización de los nidos y el contacto con los propietarios para que avisen antes de que comience la recogida de la cosecha.
El Plan lleva a cabo también labores de seguimiento y control de la población de esta especie y se realiza un reparto de las zonas a muestrear por municipios entre los agentes de Medio Ambiente, que cuentan con la colaboración de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía en coordinación con la Consejería. Unas actuaciones dentro del Plan de Recuperación y Conservación de Aves Esteparias en Andalucía.
Esta rapaz de tamaño mediano es una especie relativamente fácil de detectar cuando la población es estable. Sin embargo, cuando la población es escasa, como ocurre en la provincia, la labor de localización resulta compleja. Por ello, durante la jornada ha participado la unidad de drones del Cuerpo de Agentes de Medio Ambiente de la provincia, que utilizan estos artefactos como herramienta de apoyo en el seguimiento de la población de esta especie, lo que permite una geolocalización exacta del nido con la menor intrusión, evitando daños en el cultivo agrícola, entre otros perjuicios.
Además, esta nueva herramienta de geolocalización resulta fundamental para el seguimiento de la crianza al aporta mediante imagen datos cómo número de huevos, pollos o la edad de éstos sin necesidad de llegar hasta el nido. Datos muy necesarios de obtener antes de la cosecha para el marcaje o si es necesario para el cerramiento del nido mediante vallado.
La actuación de los agentes de Medio Ambiente consiste en marcar los nidos antes de la siega mecanizada para que los operadores de las máquinas cosechadoras puedan visualizarlos y dejen un rodal de dimensiones adecuadas sin recolectar para respetar los pollos de aguilucho cenizo. Finalizado el trabajo de las cosechadoras, colocan mallas de protección alrededor de los nidos para defenderlo de posibles depredadores.
Martínez ha agradecido a los propietarios y arrendatarios de las fincas agrícolas de la provincia que, desde el primer momento, se hayan mostrado dispuestos “a colaborar y dejar rodales sin cosechar alrededor de los nidos para la protección del aguilucho cenizo”. De esta colaboración, asegura el delegado, irán mejorando las poblaciones en la provincia, “donde los núcleos de nidificación son muy escasos”.
El aguilucho cenizo es una rapaz que llega al sur de España a finales del mes de marzo y a lo largo del mes de abril para reproducirse, y regresa a sus cuarteles de invernada en África entre mediados de agosto y septiembre.