Nuestra colaboradora Charo Jiménez nos trae desde su Casita de Chocolate una receta tan típica y propia de las fechas en las que estamos como la de pestiños.

Es la primera vez que hago los pestiños yo sola, ya que siempre los había hecho con mi madre, y nunca pensé que una masa a primera vista tan sencilla, pudiera darme tanto quebradero de cabeza, hasta el extremo que estuve a un paso de tirarla a la basura…..la masa se me resquebrajaba, y cuando intentaba freirla, se deshacía en la sartén. Llamé a mi madre por teléfono y me dijo….si no logras enmendarla, llama al tito Manolo, así que eso hice. Y menos mal, porque de lo contrario tiro la masa, vaya que si la tiro.

Llegó él y de momento, le añadió harina y agua y consiguió en un segundo la textura que yo llevaba dos horas intentando encontrar.
Me dijo que la regla para los pestiños es que si la masa queda dura hay que añadir vino, y que si queda blanda hay que añadir harina y agua…..uffff, pero si es lo que yo le estaba poniendo. Desde luego que la experiencia en estos casos es esencial.
Así que desde aquí le doy de nuevo las gracias a mi tío Manolo, que es un cocinero de postín y hace unos platos de chuparse literalmente los dedos.
Por supuesto, no tengo que decir que los pestiños son un dulce típico de Montilla en Semana Santa.

Ingredientes:

  • 1 Kg. de harina de la corriente (que no sea de repostería)
  • 2 vasos de aceite de girasol (de los de agua)
  • Vino (el que admita, más o menos 1 vaso)
  • 5 gramos de sal
  • Aliños (canela, clavo, ajonjolí y matalauva)
  • Aceite de oliva virgen extra para freír los pestiños
  • Perejil y cebolleta para desahumar el aceite de freír

Para amelarlos:

  • 2 vasos de miel
  • 1 vaso de agua
  • 1 vaso de azúcar

Preparación:

  1. Se pone la harina, el clavo y la canela en un recipiente. Se calienta el aceite de girasol y se le añade el ajonjolí y la matalauva y lo retiramos del fuego inmediatamente para que no se quemen. Se echa este aceite bien caliente por encima de la harina que teníamos en el recipiente y se va moviendo con la cuchara de palo para que se escalde bien la harina.
  2. A continuación se añade el vino templado, en el que previamente habremos diluido la sal. Se amasa todo (queda una masa bastante dura) con la cuchara de palo, porque quema muchísimo.
  3. Cuando la hemos amasado con la cuchara y se ha enfriado un poco, le echamos el guante y seguimos amasando con las manos.
  4. Cuando esté lista se estira sobre el mármol con un rodillo y se van cortando cuadraditos y se doblan por dos esquinas opuestas para formar el pestiño.
  5. Mientras tanto, vamos desahumando el aceite de oliva para freírlos. Cuando el aceite está caliente, le añadimos una rama de perejil y una cebolleta y los dejamos freír un poco. Los sacamos y probamos a freir algún pestiño, porque hay veces que la masa no está en su punto, y en ese caso, al freírlos se deshacen. Si nos pasa esto, tenemos que ir añadiendo a la masa harina y agua (las dos cosas) a poquitos hasta que consigamos una masa que no se desmorone al freírla.
  6. Cuando hayamos conseguido la consistencia deseada, nos ponemos a formar pestiños y a freírlos. Es mejor echar en la sartén todos los que quepan, que aunque os parezcan muchos, se fríen mucho mejor.
  7. Ahora toca amelarlos: Se pone a calentar la miel, el azúcar y el agua hasta que se disuelva todo bien. Sin quitar la cazuela del fuego, se van echando los pestiños en la mezcla de miel y se los deja unos segundos para que se impregnen bien. Después se sacan a un escurre verduras para que escurran un poco y justo después y todavía en caliente se rebozan por una mezcla de canela con azúcar.

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2 comentarios en «Pestiños por Charo Jiménez»

  1. Buenas noches que cantidad de vino le echo ? porque la masa la veo sequerona y durilla la acabo de hacer es la primera vez!! Estoy un poco desesperada porque no la quiero tirar, gracias

    1. Hola Pepa. Tú comentario es de ayer, así que no sé si lo has podido solucionar. La cantidad va a ojo, un vaso más o menos y según vayamos viendo la textura de la masa. En estas recetas antiguas es difícil decir las cantidades exactas y también es complicado darle el punto justo a la masa. Es cuestión de ir probando.

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