Morfología clásica de los delincuentes

A priori la localización de posibles delincuentes es casi imposible, obviando lo que Minority Report, película futurista donde dos “adivinos” veían delitos y Tom Cruise se encargaba de evitar que se consumaran, pero se imagina detectar a personas que son susceptibles de cometer un delito por el simple hecho de observar sus rasgos físicos.

En la práctica detectar a un presunto victimario, tenemos casos recientes en los que nadie podía sospechar que un padre iba a secuestrar a sus dos hijas y luego, presuntamente, iba a matarlas por mucho que ese padre tuviera unas características morfológicas u otras, le presento hoy a dos autores que son un ejemplo de lo que la criminología ha llegado a desarrollar el estudio de los posibles autores de delitos.

En el siglo XIX Cesare Lombroso, uno de los padres de la criminología, que en su libro Tratado antropológico experimental del hombre delincuente (1876) ya postula que ciertos delincuentes pueden ser identificados por sus características antropomórficas, aunque después amplió el concepto con características psicológicas y conductuales.

Indicaba Lombroso que, por ejemplo, los delincuentes más agresivos, a los que clasificaba como CRIMINALES NATOS, presentaban una cabeza pequeña, abultamiento en la parte occipital de la cabeza, o una frente pequeña, de esta forma sería muy sencillo prevenir el delito, con el simple hecho de localizar a sujetos con estas características físicas y encerrarlos estaría todo hecho ¿verdad?

No sólo se quedaba Lombroso en los delincuentes agresivos, la clasificación inicial contenía otros 4 tipos:

  • el DELINCUENTE LOCO MORAL que presentaba un cráneo con una capacidad igual o superior a la normal y morfológicamente tenía una mandíbula voluminosa.
  • el DELINCUENTE EPILÉPTICO, no porque presentaran esta enfermedad, si no por la gran violencia que podían emplear.
  • el DELINCUENTE PASIONAL no se establecen unos rasgos físicos concretos, más bien establece un rango de edad entre los 20 y los 30 años.
  • el DELINCUENTE LOCO, directamente enfermos mentales, o afectados por alguna sustancia, y por lo tanto irresponsables de sus actos.

Más tarde amplió con los DELINCUENTES OCASIONALES, pero aquí ya incluyo aspectos económicos y pseudosociales.

Aunque parezca desproporcionado, la teoría lombrosiana se mantuvo en pie hasta bien entrado el siglo XX y era muy tenida en cuenta por las autoridades “policiales” de la época. Para tristeza y vergüenza de la humanidad, los nazis utilizaron, entre otras, esta teoría para crear una forma de clasificación y detectar a los judíos que no se plegaban voluntariamente a identificarse como tales. En Turín se puede visitar el Museo di Antropologia Criminale Cesare Lombroso, que contiene una extensa exposición de los modelos utilizados por el mismo doctor y sus ayudantes.

¿Le ha parecido rocambolesco? Pues la cosa no se quedó ahí, porque uno puede pensar que eso son “cosas de la abuela”, pero ya bien entrado el siglo XX aparece Ernst Kretschmer que en su libro Constitución y carácter (1964) establece una serie de características físicas de los sujetos que conducen a poder determinar ciertos tipos de comportamientos y el carácter de los mismos.

De la extrapolación que se puede hacer de lo estipulado por este psiquiatra y neurólogo alemán, podemos establecer tres tipos:

Leptosómico

Estamos hablando de personas de brazos largos, cuello alto y mentón hundido. Suele ser un carácter tímido, hipersensible, excéntrico y fantasioso, de esta forma suelen cometer delitos de astucia, normalmente estafas. Un buen ejemplo gráfico puede ser la figura de Mr. Burns de la serie los Simpson.

Pícnico

Con características físicas rechoncha y barrigona, la cabeza esférica y una cara redonda, con el cuello, las extremidades y los dedos cortos y gruesos. Tienen un carácter cálido, extrovertido, alegre, son buenos por naturaleza. Volviendo al ejemplo de la famosa serie de dibujos, Homer Simpson representaría perfectamente a este tipo. Si cometen algún delito es más por descuidos (imprudencias) que por propia maldad, de hecho suelen ser más víctimas que autores.

Atlético

Presentan músculos potentes, hombros anchos y cintura estrecha. Son implacables, fríos, agresivos, muy competitivos. Cometen delitos violentos, en ocasiones a sangre fría, como puede ser un asesinato “cara a cara”. Snake sería la representación ideal si tuviéramos que encontrar un personaje de los Simpson para este tipo.

Evidentemente estas tipologías no se llevan al extremo de que todos los sujetos que las presentan sean de un perfil u otro, pero sí que fue un intento más científico que el de Lombroso.

Llevemos estas teorías biológicas al plano práctico. Estamos acostumbrados a ver en el cine, o en las series, como se descubren a malhechores por detalles como una huella dactilar localizada en la escena del crimen o un rastro de ADN que se ha dejado sobre la víctima, por ejemplo, gracias a la morfología si que se ha ido consolidando una forma de clasificar a los autores y de esta forma debemos hablar de Alphonse Bertillon, policía francés que desarrollo el método de la ANTROPOMETRIA, con la que pretendía identificar a los delincuentes por sus medidas corporales.

El método consistía en tomar varias medidas del cuerpo del detenido, que se guardaban en fichas y que se rescataban para poder cotejarlas con testigos y de esta forma determinar si un sujeto había sido autor del delito. Como se puede imaginar era una labor larga y laboriosa que consumía muchos recursos y que, por supuesto, no era nada fiable, así que se descarto por otro método mucho menos costoso y más fiable, como son las huellas dactilares. Pero de esto ya hablaremos otro día.

Salvador Lao

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