Miguel Ramírez Baena, el Doctor hecho a si mismo

Superación, esfuerzo, dedicación y amor, mucho amor por una profesión y su familia, es lo rezuma el doctor Miguel Ramírez Baena, casi todo en la sanidad y montillano de corazón.

Estoy yo tan tranquilo paseando por una desierta Corredera, cuando me encuentro con Miguel, viejo amigo y seguidor de esta bendita casa, que me dijo con la sencillez que le caracteriza, ¿te has enterado que le han dado un premio a mi chiquillo?.

Avergonzado le respondí que no, ya que en realidad llevaba años sin saber de él, le han dado un premio al mejor MIR, le di la enhorabuena, conocedor del gran esfuerzo que seguro tuvo que hacer y ahí quedó la cosa.

Pasó el tiempo y el runrun de aquel logro me seguía carcomiendo hasta que me puse manos a la obra y descubrí con sorpresa, como aquel chiquillo que me servía helados en Galaxia mientras estudiaba y que tras un año de notas reguleras, Miguel senior, con la templanza y ese tono firme que suena a sentencia y no a advertencia le dijo que se pusiera a estudiar algo para trabajar pronto y vaya que calaron esas palabras, ya que ahí es donde arranca el Miguel Ramírez de éxito que vamos a conocer ahora.

Un curriculum de aúpa

¡Cojan palomitas que viene!, por que el curriculum de Miguel Ramírez Baena, no tiene desperdicio.

Tras sacarse el grado de Técnico Especialista en Radiodiagnóstico, se sacó las Diplomaturas de Enfermería y posteriormente la de Podología.

Trabajador incansable e inquieto, inició el grado de medicina para después obtener el título de Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Todo ello sin dejar el trabajo de enfermero en ninguna etapa.

Posee varios Expertos Universitarios y Máster oficiales. Es Doctor en Economía de la Salud, Gestión Sanitaria y Uso Racional del Medicamento con sobresaliente cum laude por unanimidad, Premio final de Residencia y Premio Mejor Expediente MIR 2022 en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en Andalucía.

Ha participado como profesor colaborador en la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad de Córdoba y también en un grupo de trabajo de la Cátedra de Economía de la Salud, Gestión Sanitaria y Uso Racional del Medicamento sobre hospitalización domiciliaria. Colabora con un grupo de investigación clínico-epidemiología en Atención Primaria del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic).

En la actualidad ejercece como Médico de Urgencias en el Hospital Infanta de Cabra, aunque sabemos que ha superado las oposiciones de Inspector Médico de la Junta de Andalucía (Cuerpo Superior Facultativo de Prestaciones y Servicios Sanitarios). Sin embargo, asegura que en la actualidad va a continuar con la actividad asistencial.

Decir no a familia y amigos

Montilla Abierta: ¿Que ha sido mas duro en todos estos años de esfuerzo y tesón, los estudios, el trabajo, compaginar la vida familiar con el trabajo….?

Miguel Ramírez Baena: Lo más difícil es decir no a familia y amigos por tener que dedicarle tanto tiempo, ya que hay que tener mucha constancia y disciplina, quizás unos de los valores más preciados en la sociedad de hoy en día.

Montilla Abierta: Vemos que eres miembro del grupo de investigación clínico-epidemiológica de atención primaria (GICEAP), ¿como has vivido la pandemia del Covid19?

Miguel Ramírez Baena: Con mucha incertidumbre. Al principio con mucha inseguridad y miedo, hasta que fuimos conociendo un poco la enfermedad y el desarrollo de la pandemia.

Para ser buen médico no sólo hay que tener un buen expediente. Para ello se necesitan altas dosis inteligencia emocional, que nuestras actuaciones estén dirigidas por valores y principios.

Es fundamental ser responsable, afectuoso, amar lo que se hace, compasivo con aquellos que sufren, solidario, buen compañero, tener pulcritud en las situaciones en las que nos vemos envueltos cotidianamente y hacer un uso de lo público como si fuera nuestro, con todo el cuidado posible.

Montilla Abierta: ¿De todo lo conseguido laboralmente, con que te quedas?

Miguel Ramírez Baena: Uff, estoy en excedencia tanto en el SAS como en la Agencia pública, pero creo que esto último para mí ha sido lo más duro (por la situación familiar que tenía con mi mujer y los niños tan pequeños) … pero ser inspector supone ser Autoridad Sanitaria.

Para mí es una satisfacción ya que en ese puesto se quedan las plazas sin cubrir, por la exigencia de las mismas

Montilla Abierta: ¿Cómo se vive la sanidad mas intensamente, como médico, enfermero o como paciente?

Miguel Ramírez Baena: Tanto como médico como enfermero son muy parecidas, con mucha responsabilidad en ambas profesiones, depende de la persona que la ejerza, al menos ese es mi punto de vista.

Considero que todos deberíamos pasar primero por ser paciente, para saber en la situación en la que se encuentran, el trato, la intimidad, el acompañamiento, el sufrimiento, la incertidumbre…, aunque considero que el trato al paciente es más satisfactorio.

Miguel Ramírez Baena ejemplifica todo aquello que uno puede llegar a ser con esfuerzo y tesón, aportando a la sociedad un gran talento que todos necesitaremos y disfrutaremos.

Orgullo de hijo, de padre, de hermano, de esposo y de montillano.

Antonio Galán

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