Los «Insensatos de la Antehojuela» llenan de «locura enológica” la Sierra de Montilla

Los Insensatos de la Antehojuela es el nuevo proyecto enológico que está “enloqueciendo” a propios y extraños en pleno corazón de la D.O. Montilla-Moriles, poniendo en valor el potencial de la variedad autóctona de la zona y la máxima expresión del terruño: comienza la revolución desde el origen.

¿Por qué autodenominarse Insensatos? Quizá sea la primera cuestión que nos invade al conocer el proyecto de este equipo formado por 6 amigos de generaciones y perfiles inconexos, aunque con una pasión universal y anacrónica en común: el mundo del vino. Y, aunque el término pueda parecer inapropiado en un primer momento, poco a poco entendemos que sólo esa “insensatez compartida” ha propiciado una de las iniciativas más emocionantes y originales que actualmente se desarrollan en el marco de la Denominación de Origen Montilla – Moriles.

Los Insensatos no es solo una denominación comercial simpática y canalla, sino toda una declaración de intenciones por parte de un equipo multidisciplinar que, bajo la dirección técnica de la reconocida enóloga Fátima Ceballos, comparten valores comunes uniendo locura, ilusión, talento y pasión desde su particular “manicomio enológico” en el centenario lagar de la Cañada Navarro, en pleno corazón de la Sierra de Montilla.

Aquí han encontrado el enclave ideal para promover un cambio sustancial a través de la reformulación práctica y mental de la manera de hacer y concebir los vinos de esta tierra, potenciando las variedades autóctonas de la zona, buscando la máxima expresión del terruño y primando talento y conocimiento frente a la tradición… sin olvidarse de ella.

Sobre la base de la innovación y la originalidad, Los Insensatos es un proyecto joven, fresco y desenfadado que pretende, a través de producciones cortas y exclusivas, poner en valor la singularidad de “nuestra tierra de vinos”, con un principio básico y primordial que los conecta y define: “Trabajamos con pasión para hacer vinos singulares de gran calidad; queremos compartirlo, crear experiencias intensas y disfrutar de ello al máximo”

Para poner en valor todo este “manifiesto insensato”, en esta primera vendimia 2020 han realizado diversas vinificaciones incorporando mejoras sustanciales al tradicional proceso de elaboración de la zona y seleccionando parcelas en busca de la máxima expresión del suelo, de la fruta, del paisaje y del viticultor, con un resultado que deja bien claro que “estos locos están bien cuerdos”.

En su propuesta para esta campaña encontramos 6 vinos blancos sin envejecimiento cargados de emoción, alegría, carácter y singularidades, identificados con el nombre de las parcelas de las que provienen y presentados
tras una imagen original y creativa que expresa fielmente la esencia del proyecto.

Por todo ello, estos “vinos insensatos” suponen una ruptura real y definitiva de las barreras impuestas a la uva Pedro Ximénez, adaptándose a las nuevas exigencias del mercado y a la tendencia de consumo actual para mostrar y demostrar que nuestros vinos no solo son excelentes a través del tiempo, la madera y el velo de flor, sino que en su juventud rebosan alegría y personalidad.

En definitiva, un “profundo ejercicio de insensatez” que apuesta por la calidad y singularidad de los vinos de la campiña sur cordobesa, sumando y aportando valor a la zona, razón por la que en plena pandemia, con el mundo prácticamente detenido y con objetivos aparentemente imposibles, Los Insensatos de la Antehojuela emprenden el proyecto más sensato de su vida.

Si quieres embriagarte de su insensatez, no dejes de asistir a una de sus catas dirigidas en la Cañada Navarro, la diversión y el disfrute están asegurados, aunque debes mantener las distancias, su locura es altamente contagiosa e irreversible.

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