
Cada día es más frecuente oír hablar de la desaparición del dinero físico y que todos los pagos se harán mediante tarjetas de crédito o débito sean físicas o virtuales.
Hace pocos días también vimos la noticia de la puesta en marcha de una aplicación para disponer del DNI y otros documentos personales en el teléfono móvil del mismo modo que ya podemos llevar nuestras tarjetas para realizar pagos y del mismo modo que ya podemos hacer muchos trámites oficiales sin desplazarnos a las distintas administraciones simplemente usando el DNI electrónico o la firma digital.
Por otro lado, vemos frecuentemente en la televisión la tecnología que utiliza el gobierno chino para la identificación y el control de su población, hablamos de más de 1.400 millones de habitantes que, al parecer, están perfectamente controlados en sus actividades y el Estado puede saber en todo momento donde está cada uno. ¿Estamos seguros de que esa misma tecnología no está disponible en el resto de los Estados desarrollados, incluso en los llamados democráticos?

Todas estas cosas nos hacen reflexionar sobre un Gran Hermano Universal que conoce y controla todas nuestras vidas en todo momento, parece una distopía, pero desgraciadamente ya es una realidad que está en marcha y que no creo que pueda revertirse.
Escucho a mucha gente quejarse del control gubernamental y al mismo tiempo pulsamos la tecla aceptar ante cualquier aplicación del teléfono móvil sin saber qué o quién está detrás. Lo mismo sucede con aquellos que se quejan de la tendencia a pagar con tarjeta en detrimento del efectivo y hablan de luchar por mantener la libertad pagando en metálico. Este segundo supuesto me provoca otras reflexiones, si la libertad radica en la posibilidad de pagar en efectivo, resulta que los más desfavorecidos, los que cobran una nómina, obligatoriamente domiciliada en un banco y han de pagar sus facturas igualmente domiciliadas, son infinitamente menos libres que los que manejan dinero opaco, es decir, tramposo, cosa que ya sabíamos todos, pero algunos pensamos que en una sociedad, la libertad tiene que ser para todos o esa sociedad es manifiestamente imperfecta.
No recuerdo que filósofo decía que ser libre no es hacer lo que nos dé la gana, no es hacer lo que nos conviene, no es hacer lo que está de moda, no es hacer lo que se puede, sino hacer lo que cada cual crea que debe hacer y que eso no tenga consecuencias negativas, es decir, la libertad está sometida a la ética y a la moral, y el poder, también debería estarlo.

Según algunos estudiosos, el dinero físico disponible en todo el mundo oscilaría entre el 1% y el 8% del total, si le sumamos el dinero virtual del que podemos disponer mediante tarjetas u otros medios de pago se llegaría al 30%, el resto, el 70% del dinero del que se habla cuando se dan datos económicos, no existe realmente, es por ejemplo lo que se dice que vale una empresa por su cotización en bolsa, pero esas cantidades no están disponibles, es una pura especulación y si se realiza una operación de compra de esas empresas se abonan con títulos de lo que llaman “activos financieros” que son igualmente virtuales. ¿Cómo explicar qué en el periodo de desaparición de las Cajas de Ahorros en España se vendieran por 1€ instituciones, de las cuales, solo el edificio de su sede central valía millones y los depósitos de los clientes muchos más?
Estamos ante el difícil dilema de diferenciar el valor y el precio, ¿Qué valen las cosas por sí mismas? y ¿Qué se está dispuesto a pagar por ellas?
Frente al “ser”, estamos en la sociedad del “parecer” y en esa sociedad donde lo más importante es el dinero, resulta que más de dos terceras partes de ese dinero, no es, solamente parece ser. Por si fuera poco, aparecen las criptomonedas como culmen de la libertad y por supuesto de la abstracción de la riqueza basada en la nada, supuestamente no las controla nadie salvo el mercado, pero de vez en cuando, vemos pelotazos de unos mientras se arruinan otros.

En cualquier caso, si he de ceder mis datos y la información que genere mi vida diaria, ¿Qué compro, cuanto pago, como lo hago, donde estoy …? Prefiero que esos datos estén en manos del Estado antes de entregárselos a no se sabe quién y qué por eso mismo, no tengo ningún control sobre ellos. En el caso de que sea el Estado quien los controle, la cuestión es que la ciudadanía pueda elegir libremente y que elija bien en que manos deja el propio Estado, en el otro caso, ya sabemos que esos datos serán utilizados para enriquecer a quien los controla, los vende, los alquila o incluso los manipula.
¿Qué puede hacer una sociedad para asegurarse de que toda esa información no se utiliza contra sus propios ciudadanos? Desde mi punto de vista, esa sociedad debe gobernarse a sí misma, es decir, debe ser una sociedad democrática, con ciudadanos libres, bien formados en valores éticos y también responsables de sus actos y sus votos, es obvio que no existen sociedades perfectas, la “Utopía”, no es más que un libro de Tomás Moro, muy interesante de leer, pero la historia nos dice reiteradamente cuales son las sociedades que ni siquiera pretenden acercarse a ese modelo y son todas aquellas gobernadas por partidos únicos, por oligarquías económicas o por tecnócratas que todo lo supeditan a aspectos técnicos olvidándose de los componentes éticos y morales de las sociedades.
Todas estas pérdidas de privacidad de los individuos, que obviamente tienen que ver con la pérdida de libertad individual nos dicen que son gestionadas por los “algoritmos”, pero se olvidan de decirnos quien y con qué intención han sido diseñados esos algoritmos.

No quiero ni pensar que podrán hacer los intereses de los poderosos con una herramienta como la Inteligencia Artificial (IA), en cualquier caso, que no culpen a ninguna creación humana de los perjuicios que cause al resto de seres humanos, no perdamos el foco, detrás de cada creación humana, hay humanos que son y deben ser responsables. La culpa no es de la pistola, sino de quien decide fabricarla y como y cuando se aprieta el gatillo.

Estás reflexiones seguro que se enriquecen con el debate o la tertulia, aunque sea digital, prometo responder si alguien da su opinión.
Saludos y muchas gracias.