
En estos últimos años se va generalizando la celebración y fiestas de Halloween y nuestra
tradicional festividad de todos los Santos empieza a ser desconocida por parte de la población, especialmente de menor edad o bien se están perdiendo algunas de nuestras costumbres relacionadas con dicha fiesta.
En principio, no parece negativo conocer y acercarnos a las tradiciones extranjeras, el problema es desconocer y olvidar nuestras fiestas o el motivo incluso de nuestros días de descanso y desplazar nuestras costumbres por otras que no nos son propias porque proceden de fuera.
Esta fiesta foránea, cuya etimología es All Hallows’ eve: en español, “víspera de Todos los Santos” que se celebra la noche del 31 de octubre en lugares como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido o Irlanda pudiera tener conexión con nuestra celebración cristiana de todos los Santos o bien hay que buscar su origen en fiestas celtas o irlandesas más ancestrales de carácter pagano.
En cualquier caso tiene otros elementos folclóricos distintos a la conmemoración de Todos los Santos en España. Sin duda es lamentable que la tradición de Halloween se esté generalizando frente a nuestras raíces.

Por ello es el momento de preservar nuestras costumbres para mantener nuestra identidad y dejar un legado propio a nuestros hijos. Poseemos una rica tradición cultural y un extraordinario pasado repleto de hábitos y ritos que nos hacen ser “nosotros mismos”, frente a lo externo.
Somos un país de inmenso patrimonio artístico, histórico y folclórico, lo cual forma parte de nuestro pasado y nos hace entender mejor el presente que nos diferencia y hace únicos.

A pesar de nuestro nutrido acervo cultural es revelador que gran parte de la población desconozca que el 1 de noviembre es la festividad de “Todos los Santos” y el 2 de noviembre es el día dedicado a honrar y recordar a nuestros difuntos. Fechas en las que se repiten variadas costumbres que son características de esta celebración.

Entre ellas se suelen cocinar gachas, en pastelería se elaboran “Huesos de Santo”, se visitan los cementerios, para llevar flores, limpiar lápidas y rezar a nuestros familiares ausentes, se crean farolillos con melones pequeños, cuerdas y una vela interior o se lleva a escena Don Juan Tenorio del dramaturgo José Zorrilla en numerosas ciudades.
Esta tradición teatral se remonta a 1.868 momento en que empezó a representarse esta obra del teatro romántico en muchos lugares de España por la festividad de “Todos los Santos”.
La costumbre de representar en estas fechas este libro se debe a que varias de sus escenas se desarrollan en un cementerio, donde el protagonista, Don Juan, se arrepiente de todos los crímenes cometidos en su vida y el amor por Doña Inés consigue la salvación de su alma tras la conversión del personaje libertino, audaz, pendenciero y osado. El espíritu de Don Juan será perdonado y llevado al cielo junto a su amada Doña Inés.

En definitiva, aunque la moda, los medios de comunicación, los intereses comerciales, la publicidad,… hayan fomentado la difusión de la fiesta de Halloween, cuando menos no se debiera permitir que nuestra sociedad crezca en la ignorancia, el desconocimiento y la falta de información sobre lo que forma parte de nuestro patrimonio, raíces y es el motivo de las festividades que celebramos.

Esta importación -o mas bien imposición- de las costumbres y usos de otros lugares, como el caso de jalogüei, (lo escribo así porque me da la gana, porque así se pronuncia y punto) nos hacen esclavos culturales de los yankis. Nuestra celebración se basa en el respeto a nuestros seres queridos que perdieron la vida y ese es un valor que habría que inculcar desde muy pequeñitos para que perdure y no se pierda a cambio de una moda absurda y fea a rabiar, y si no a qué viene disfrazarse de forma repugnante para hacer el tonto, maldita la gracia que tienen los subnormales que se disfrazan de zombis y otros adefesios!. Además esta locura colectiva sólo trae desgracias y violencia, ahí están los hechos de estos días en todo el mundo, también en España. Para disfraces ya tenemos los carnavales que son más divertidos, más alegres y donde se puede dar rienda suelta a todo tipo de disfraces simpáticos, bonitos, elegantes… lo que se quiera. Y mejores!!.
Hola, tengo entendido que no es lo mismo, ni se celebra el mismo día, el día de los Santos o día de los difuntos que el día de Halloween, ¿Es cierto?.
Halloween es una fiesta que se celebra el 31 de octubre, víspera del día de Todos los Santos. Inicia la conmemoración de Allhallowtide, el tiempo del año litúrgico dedicado a recordar a los muertos, incluidos los santos, los mártires y todos los fieles difuntos de la tradición anglosajona.