Finalizan la rampas en el pasaje de las Viñas y la Avenida 1º de Mayo

En Montalbán se ha finalizado estos días en el pasaje que une la Urbanización de Las Viñas y la Avenida 1º de Mayo, una obra de actuación en accesibilidad para conectarlo a todos los viandantes.

La inversión se ha llevado a cabo con fondos municipales, del presupuesto 2017, alcanzando los 40.000 euros destinados a proyecto y dirección de obra.

Entre los meses de noviembre y primera quincena de enero se ha transformado la anterior escalera y rampa por el actual acceso en rampas con cotas de nivel según legislación en accesibilidad y plataformas llanas para permitir los giros, sustituyendo así la rampa anterior que con la pendiente que tenia suponía riesgo para las personas que necesitaban utilizarla.

La Ley 51/2003 de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad (LIONDAU) ha supuesto un cambio de enfoque en la forma de abordar la equiparación de derechos de estas personas dentro de la sociedad.

Por primera vez una ley reconoce que las desventajas de las personas con discapacidad, más que en sus propias dificultades personales, tienen su origen en los obstáculos y condiciones limitativas que impone una sociedad concebida con arreglo a un patrón de persona sin discapacidad.

En consecuencia, plantea la necesidad y obligatoriedad de diseñar y poner en marcha estrategias de intervención que operen simultáneamente sobre las condiciones personales y sobre las condiciones ambientales.

Se introduce así en la normativa española el concepto de «accesibilidad universal», entendida como la condición que deben cumplir los entornos, productos y servicios para que sean comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas. Esta concepción se fundamenta en los criterios de diseño para todos y autonomía personal, e incorpora una perspectiva de la discapacidad y de las condiciones funcionales de la población mucho más plural.

Por una parte, las personas no se pueden agrupar en categorías cerradas de capacidad o incapacidad, sino que han de ser vistas como sujetas a cambios en sus condiciones funcionales por motivos a menudo circunstanciales, tales como la edad, el estado de salud o las consecuencias temporales de accidentes o lesiones. Por otra parte, las personas con grandes limitaciones funcionales o discapacidades han de desempeñar un papel más activo en la sociedad y aspiran a un modelo de «vida independiente» basado en recibir los apoyos personales necesarios y modificar el entorno para hacerlo más accesible.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *