
El próximo 5 de abril se celebrará la trigésimo primera Sentencia Romana, cuyo sentenciador será el destacado jurista y político español D. Federico Trillo-Figueroa y Martínez-Conde
En la rueda de prensa que se ha celebrado esta mañana en la casa de la Centuria Romana “Munda”, su el Presidente, Don Rafael Cabello Hidalgo, como la Sentencia es un acto único en España, donde se dan cita prestigiosos juristas y miembros de la Justicia de toda España, siendo un profundo análisis del proceso de Cristo desde la perspectiva del derecho y la justicia, así como desde una valoración y paralelismo entre la religión, sociedad y el derecho de la época de Cristo y los de la actualidad.
Nació el 23 de mayo de 1952 en Cartagena (Murcia). D. Federico Trillo-Figueroa y Martínez-Conde, cursó estudios de Derecho en la Universidad de Salamanca y es doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. En 1974 obtuvo por oposición plaza en el Cuerpo Jurídico de la Armada con el número uno de su promoción. Desde 1975 a 1979 estuvo destinado en la fiscalía de la Zona Marítima del Mediterráneo, donde alcanzó el grado de Capitán Auditor de la Armada. Se retiró como comandante en 1989. Ha sido también letrado del Consejo de Estado con el número uno de su promoción desde 1979 y abogado del Colegio de Madrid desde 1980.
Su carrera política se inicia en 1983 como asesor jurídico del partido Alianza Popular, fundado por Manuel Fraga Iribarne. Mantiene su puesto en la Comisión Ejecutiva Nacional cuando en 1989 el partido pasa a denominarse Partido Popular bajo el liderazgo de José María Aznar. De 1989 a 1990 fue coordinador general de la refundación del Partido Popular y secretario general adjunto.
Fue elegido diputado al Congreso por primera vez en el año 1989. Desde entonces ha sido diputado por la circunscripción de Alicante en todas las legislaturas (IV, V, VI, VII, VIII, IX y X). En las legislaturas IV y V ocupó la vicepresidencia segunda del Congreso de los Diputados y en 1996, al producirse la victoria electoral de su partido, fue elegido Presidente del Congreso de los Diputados en la VI legislatura (1996-2000). En su discurso de alocución pronunció las palabras siguientes: «... Y el diálogo, señorías, sólo es posible desde la tolerancia, plenamente compatible con el respeto a las convicciones profundas y libres de cada cual, porque de entre todas las convicciones pienso que la tolerancia está en la raíz del respeto a la igual dignidad de todo ser humano. Así lo asume el Presidente del Congreso que quiere asegurarles que defenderá la voz y la palabra de todos y cada uno de sus señorías con la misma convicción al menos y la misma pasión, si es necesario, con que hasta aquí y ahora ha defendido sus propias convicciones políticas, porque en la voz y en la palabra de cada uno de sus señorías veré siempre latir el pulso y escucharé la voz de todo el pueblo español, al que nos debemos…» (Sesión de 27 de marzo de 1996).
En la solemne sesión de apertura de 8 de mayo, en presencia del Rey, el presidente Trillo-Figueroa manifestó lo siguiente: «... Si representar es hacer presente a otro allí donde no está, hemos de hacer cuantos esfuerzos y reformas sean necesarios para que aquí esté presente, más presente todavía, el pueblo español al que representamos. El poder democrático no se sustenta, como en la Antigüedad, en los «arcana» ni en la distancia, sino en la cercanía, la transparencia, la inmediatez, en el contacto próximo y en el recíproco conocimiento, que engendran y renuevan la confianza…» (Sesión de 8 de mayo de 1996).
Con la segunda victoria del Partido Popular en marzo del año 2000, fue nombrado ministro de Defensa en el Gobierno de José María Aznar.
En la VIII legislatura fue portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Comisión Constitucional y ponente en las proposiciones de ley orgánica de reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana y el Estatuto de Autonomía de Cataluña. En la IX legislatura ha participado como ponente, entre otros, en la tramitación de los proyectos de ley de implantación de la Nueva Oficina Judicial y modificación del Código Penal. Ha sido comisionado de su grupo parlamentario ante el Tribunal Constitucional, ante el que ha presentado numerosos recursos.
Es autor de varios libros, entre los que cabe destacar «El poder político en los dramas de Shakespeare» y «Memoria de entreguerras: mis años en el Ministerio de Defensa (2000-2004)». Está casado y tiene cinco hijos.

En el Salón de Actos San Juan de Dios del Ayuntamiento de Montilla, el Sentenciador expondrá los alegatos de su Sentencia. Posteriormente, escenificará y recreará la condena de Cristo ante la imagen del Ecce Homo de Juan de Mesa El Mozo en la Parroquia de Santiago Apóstol de Montilla, escoltado por los Soldados Romanos de la Centuria Romana Munda.
Don Federico Trillo-Figueroa toma el relevo del ilustre jurista Don Alfredo Dagnino y Guerra, quien fue el Trigésimo Sentenciador Romano en la anterior edición. La Sentencia Romana de Montilla se ha consolidado como un evento cultural de gran relevancia, siendo el único de estas características en toda España