El Plan de Enfermedades Reumáticas beneficiará al 20% de la población

La Consejería de Salud ha puesto en marcha el Plan Andaluz de Enfermedades Reumáticas y Musculoesqueléticas, con el que se pretende mejorar la atención sanitaria a las personas que conviven con procesos reumáticos y musculoesqueléticos, y que beneficiará a más del 20% de la población andaluza.

El Plan Andaluz de Enfermedades Reumáticas y Musculoesqueléticas entronca con el Plan Andaluz de Atención a las personas con Dolor y, especialmente, con el Proceso Asistencial Integrado «Dolor Crónico no oncológico», pues estas patologías son la causa más frecuente de dolor crónico no oncológico.

Objetivos y líneas estratégicas
El Plan cuenta con siete líneas estratégicas y 77 líneas de acción de acuerdo al objetivo de mejorar la calidad asistencial proporcionada a la población afectada por estas enfermedades.

De esta forma:

  1. Se plantea impulsar la promoción de entornos de vida saludables y de estilos de vida protectores en el área de promoción de salud
  2. Mayor control de los factores de riesgo y el diagnóstico precoz
  3. Mejora el tratamiento de las enfermedades para reducir la discapacidad y la mortalidad, la rehabilitación funcional y la recuperación de la trayectoria vital, reduciendo el grado de discapacidad y dependencia.
  4. Se pretende reducir la carga de enfermedad relacionada con las enfermedades reumáticas y músculoesqueléticas, mejorando la esperanza de vida en buena salud, así como el dolor y la discapacidad, a través de un abordaje integral y multidisciplinar.
  5. Se orienta a garantizar a los pacientes una atención sanitaria de calidad, basada en los procesos asistenciales desde la perspectiva de la continuidad asistencial y potenciando el espacio compartido de la gestión clínica.
  6. Adecuar la oferta de servicios a las necesidades de la población de manera efectiva, eficiente y garantizando la sostenibilidad.

Por otra parte, el Plan se dirige a aumentar el grado de conocimiento e información de la población general y la población afectada y su impacto, así como a construir una cultura activa de formación de los profesionales, de la investigación para la lucha contra la enfermedad y sus repercusiones, y de la incorporación de tecnologías con criterios de sostenibilidad para mejorar la salud de la población.

Finalmente, se impulsará la participación ciudadana.

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