Recientemente, 6 de febrero, la consejera de salud aseguraba que no se habían producido cambios en la asistencia sanitaria de la zona de la campiña cordobesa dependiente del hospital de Montilla
No sabemos de dónde le puede llegar la información a nuestra consejera, pero aseguramos que está muy alejada de la realidad.
El diagnóstico de cáncer lleva un retraso de más de un mes, falta personal técnico que procese las pruebas. Antes de la integración había dos administrativos para atender todas las pruebas analíticas de laboratorio. A día de hoy, debido a una baja, a la que no se está dando prioridad, todo el área de laboratorio depende de un administrativo a media jornada.
Las demoras han aumentado, la consejera o bien miente o no ha sido bien informada. En oftalmología, solo por dar un dato, la demora de consulta de primera visita va ya por 379 días, esto nunca había pasado antes en la comarca montillana.
Dice la consejera que las inversiones desde el 2019 han ascendido a 4,5 millones de euros. Se refiere a la más que necesaria y retrasada obra de ampliación del hospital de Montilla, que por cierto, han empezado en el último trimestre de 2023, por lo que la inversión es, en cualquier caso muy reciente, y no en los cuatro años que pregona.
No debería mezclar conceptos, echamos de menos las inversiones necesarias para el buen funcionamiento de un hospital y la calidad de su servicio a la población. Y lo podemos ilustrar con algunos ejemplos:
- El material para hacer endoscopias digestivas precisa de una tarjeta informática de un valor de 200 euros y lleva más de un año en espera para ser repuesta. Evidentemente esto repercute en la calidad de la atención sanitaria.
- En un hospital es necesario soporte eléctrico de emergencia para las situaciones en las que la corriente eléctrica se interrumpe. Esto lo proporciona un aparato que se llama SAIS. Pues bien, el soporte eléctrico de emergencia de los aparatos de endoscopias lleva un año sin funcionar y no ha sido repuesto, por lo que en caso de corte de corriente eléctrica, si en ese momento se está realizando una endoscopia urgente no se podrá continuar con la misma. Esto también repercute en la calidad de la atención sanitaria.
- Los aparatos que se utilizan en las pruebas funcionales respiratorias están completamente obsoletos. No hay piezas de repuesto y además utiliza un soporte informático basado en windows XP que ya está más que desfasado. No fabrican piezas de repuesto y cuando algo falla es necesario acudir a un desguace informático y poner una vela a San Antonio para probar suerte. Lo más grave es que el propio fabricante ha emitido ya dos informes de obsolescencia y ahí seguimos trabajando en estas condiciones. Esto también repercute en la calidad de la atención sanitaria.
- La precariedad laboral influye en el desarrollo de la atención sanitaria, no se si la consejera es consciente de esto:
- Médicos que trabajan sin contrato como ya hemos denunciado en más de una ocasión, algunos de ellos renovados mes a mes. Acabarán por cansarse e irse a otro hospital donde los traten mejor.
- Administrativos temporales que contratan mes a mes, y siempre uno distinto, de forma que cuando ya dominan su labor su contrato finaliza y hay que empezar de nuevo. Por supuesto que esto incide en la gestión de las citas y la programación de quirófanos, por lo que sí afecta a la asistencia sanitaria.
Por lo tanto, Sra. Consejera, NO lleva ud, razón, hemos dado algunos ejemplos, hay más deficiencias y creemos que van a seguir empeorando. Solo nos resta comentarle una cosa, y es que ante las cifras que da ud. sobre la actividad de los hospitales de Montilla y Puente Genil, le recordamos la frase que Mark Twain popularizó, achacándosela a Benjamin Disraeli: “hay tres tipos de mentiras: mentiras, grandes mentiras y estadísticas”.
Lola Pablo y Eduardo Tello
Delegados del Sindicato Médico Andaluz