Diciembre negro para la lucha contra la violencia de género

Tristemente tenemos que reconocer que el mes de diciembre de 2022, para la lucha contra la violencia de género, ha sido un mes negro, más aún negrísimo. Aunque las investigaciones no están cerradas, por ahora tenemos una cifra preliminar de 12 mujeres muertas a manos de sus parejas, o exparejas varones, que aunque no es la mayor de la serie histórica si que es muy alarmante.

Según la página oficial de La Moncloa el presupuesto destinado a políticas contra la violencia de género asciende este año a los 320 millones de euros, un 56% del total del presupuesto del Ministerio de Igualdad.

La pregunta que podemos hacernos es, con tanto presupuesto ¿cómo es posible que sigan muriendo tantas mujeres?

Pues es difícil la respuesta, como todos los delitos, los de violencia de género tienen una etiología multifactorial que hace que sea complicado definir exactamente qué hace que un varón termine con la vida de una mujer, a la que presuntamente ama, y deje a menores huérfanos de forma implícita, puesto que él termina en prisión.

Después de acudir a cientos de cursos, charlas, conferencias y tener un máster en intervención victimológica, sí que puedo decir que creo firmemente que, al menos, el dinero que se destina a la prevención de la violencia de género se está empleando mal.

Cualquiera de las mujeres que ha muerto este pasado diciembre no se convirtió en víctima cuando murió, lo hizo mucho antes, en el primer insulto, en la primera bofetada, en el primer “no sirves para nada” y es en ese momento cuando hay que actuar, hasta ese momento la situación no ha degenerado en extrema y puede tener una solución eficaz.

La mayoría de las 48 mujeres que murieron en el 2022 habían presentado denuncia previa contra su agresor, sin embargo la mayoría la había retirado a posteriori. No tengo página para explicar el proceso, pero cuando se llega a este punto es porque la víctima ya ha sido asesorada, por servicios sociales por ejemplo, porque encuentra que la situación “ya se le está yendo de las manos”. Sin embargo, normalmente, ya lleva siendo víctima mucho tiempo.

Dirán ustedes, pero es que no podemos tener un policía en la puerta de cada mujer esperando a que se produzca una primera agresión para que se pueda actuar de un primer momento con el agresor. Efectivamente, y por eso es por lo que creo que el dinero de la prevención no se está empleando bien.

“Formemos a la sociedad” para que identifiquen claramente las situaciones de violencia de género, aunque sea la menos relevante, y que sean los conciudadanos de estas mujeres las que echen a andar la rueda de la justicia.

Una madre que observa como su hija poco a poco deja de ir a casa y que pone excusas livianas para ello, o el grupo de amigas a las que ya no acompaña su amiga de toda la vida argumentando que su novio es muy celoso, en esos ámbitos son en los que hay que actuar.

Charlas, anuncios de TV, cuñas de radio, en eso si que, en mi parecer, sería bien empleado el dinero y podríamos atajar la violencia de género desde el primer golpe.

Salvador Lao
Asesor criminólogo

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