El Sindicato Médico de córdoba acude a Fernán Núñez apoyar la concentración contra las agresiones a sanitarios con motivo del día europeo contra las agresiones a médicos y sanitarios
Los trabajadores del Centro han hecho una concentración, breve (si algo no sobra en las agendas es tiempo) pero no por ello menos significativa y cargada de compromiso profesional.
Las agresiones a Sanitarios son una lacra, un incendio descontrolado que amenaza con quemar hectáreas de superficie de nuestra Sanidad Pública. Este junto a otros incendios, terminan precisamente con profesionales “quemados” con el conocido como “Síndrome de Burnout”.
Sólo en el primer semestre de 2023 se han producido 863 agresiones a trabajadores del SAS, lo cual nos permitió calcular que a falta de confirmación oficial 2023 acabará con más de 1700 agresiones, un 13% más que en 2022.
Las agresiones se producen con más frecuencia en Atención Primaria, y afectan principalmente a mujeres y personal sanitario, en especial médicos/as y enfermeros/as. Sus principales “motivaciones” son los desacuerdos con las normas de funcionamiento del centro o con las decisiones de los profesionales. En muchos casos el detonante es la demora en la obtención de citas o en recibir asistencia.
Dado que la decisión de recurrir a la violencia, ya sea física o verbal, es una decisión personal, es importante recordar que el único culpable de la agresión es el agresor: nada justifica una agresión. Si la leña arde, es por culpa del fuego, no obstante, la administración tiene ciertas responsabilidades en el control de este “incendio”. A veces por acción u omisión, la sensación es de que echan más leña al fuego.
Por acción podemos citar que los profesionales sanitarios llevamos tiempo siendo tratados como meros instrumentos al servicio de los intereses electorales de nuestros políticos, así como alguna que otra declaración “desafortunada” que nos pone en el ojo del huracán (basta tirar de hemeroteca). Por omisión podemos citar el plan de prevención de agresiones del SAS, que no deja de ser un canto de sirena, una foto más.
Además faltan campañas efectivas de educación sanitaria y otras medidas preventivas (cortafuegos) y penas y sanciones mucho más contundentes contra el agresor (control del incendio).
En el tintero han quedado otros cortafuegos fundamentales como:
- Adecuación de las plantillas a las necesidades de la población
- Autogestión de agendas para disminuir las demoras Vigilantes de seguridad en los centros
- Cámaras de vigilancia en centros alejados Operatividad real del botón antipánico
- Limitar el acceso a plantas de hospitalización
- Mejora de las infraestructuras que permitan salidas alternativas
- Alejamiento del agresor del profesional agredido
- Identificación de profesionales con un código Rapidez en la atención al profesional agredido
- Apoyo psicológico y jurídico inmediato
- Y sobre todo para que finalmente se considere como DELITO cualquier tipo de agresión, ya sea física, o ya sean las coacciones, amenazas e intimidaciones.
Desde el SMA Córdoba animamos a nuestros compañeros a denunciar, recordamos la necesidad de cursar un CATI (modelo oficial de comunicación a Prevención de Riesgos Laborales) así como a no prescindir de la atención médica necesaria en caso de agresión.
Además nuestros afiliados cuentan tanto con la asesoría jurídica como con nuestros delegados sindicales para acompañarlos en todo este proceso que culmina en un juicio contra el agresor y en que lucharemos de forma contundente y solicitando las penas máximas. También queremos recordar a la Administración que son los principales responsables de cuidar y proteger a los sanitarios.
Pedro Jiménez( SMA)