La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía ha reforzado su compromiso con la promoción de la salud durante 2024 con la aprobación de Estrategia de Promoción de una Vida Saludable en Andalucía (EPVSA) 2024-2030. En esta Estrategia se recogen aspectos claves que invitan a comenzar el año 2025 ganando en bienestar y salud.
En primer lugar, la estrategia recomienda una alimentación saludable. Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas y, de manera especial, del sobrepeso y la obesidad, así como de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
La promoción de la alimentación saludable se integra en estrategias que abarcan desde la educación nutricional hasta políticas que garanticen la seguridad alimentaria y fomenten una oferta alimentaria saludable y sostenible, ayudando a construir una sociedad más consciente y resistente frente a problemas de salud derivados de una mala nutrición, que a su vez contribuya al bienestar del planeta.
La actividad física es otra de las prioridades identificadas en esta Estrategia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizar actividad física moderada de forma regular, como caminar a paso ligero, montar en bicicleta o practicar deporte, tiene beneficios significativos para la salud.
La Consejería de Salud y Consumo apuesta por sensibilizar a la población sobre la importancia de reducir el sedentarismo y fomentar una vida activa. Incluso actividades simples a lo largo del día pueden marcar una diferencia, ayudando a cumplir las recomendaciones de actividad física y fortaleciendo el bienestar físico y mental de las personas.
Dormir lo suficiente y con calidad es fundamental para mantener una buena salud. Aunque las necesidades de sueño varían según la edad y otros factores individuales o ambientales, su importancia es incuestionable. Durante el sueño, el cerebro realiza funciones esenciales que contribuyen al bienestar general.
La Estrategia destaca que los problemas de sueño prolongados pueden predisponer a enfermedades y deteriorar significativamente la salud. Por ello, se promueven acciones que mejoren la higiene del sueño y sensibilicen sobre su impacto positivo en la calidad de vida.
El bienestar emocional está profundamente ligado a la salud general y es influido por los mismos determinantes sociales. Este concepto incluye tanto sentirse bien como desempeñarse de manera efectiva en la vida cotidiana.
Personas con bajos niveles de bienestar emocional suelen enfrentar mayores dificultades para afrontar los retos diarios y tienen una percepción negativa de su estado de salud. Por ello, esta Estrategia propone fortalecer activos personales y comunitarios, eliminar barreras estructurales y mejorar los entornos físicos para favorecer una salud emocional positiva.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como un estado de bienestar físico, mental y social relacionado con la sexualidad, que incluye experiencias placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia.
Es necesario destacar la necesidad de superar los estereotipos de género que aún influyen en la forma en que se vive, acepta y disfruta la sexualidad. La promoción de una sexualidad responsable busca educar a la población y fomentar relaciones basadas en el respeto y la igualdad, promoviendo así una visión integral de la salud sexual.
Las Tecnologías de la Relación, la Información y la Comunicación (TRIC) se han convertido en herramientas indispensables en la vida cotidiana, con un impacto significativo en la promoción de la salud y la educación. Sin embargo, su uso excesivo puede generar efectos negativos en la esfera física, psicológica y social.
La Estrategia pone énfasis en la salud digital utilizando las TRIC como aliadas para fomentar comportamientos saludables, educar a la población y crear entornos digitales que favorezcan el bienestar.
