Sobre las 5 de la mañana se produjo un robo en el bar La Tata Antigua, en pleno centro de Montilla y que vuelve a azotar a esta zona tan castigada por tantos desastres.
A perro flaco todo son pulgas, eso es lo que pueden pensar los pocos negocios existentes del nuevo caso de robo perpetrado en el centro de Montilla, donde al abandono generalizado del comercio local, las trabas burocráticas, las constantes denuncias de los vecinos por ruidos y la ausencia de aparcamiento, ahora se vuelve a unir la inseguridad.
Sobre las 5 de la mañana de ayer los vecinos del bar La Tata Antigua de Montilla, daban la voz de alarma a la Policía local ante lo que parecía que se estaba cometiendo un robo en dicho local. Al personarse las fuerzas de seguridad comprobaron que la puerta había sido forzada y que el interior del mismo, se encontrada revuelvo. Los ladrones entraron y reventaron la caja registradora y salieron huyendo con todo lo que pudieron arramplar, por lo que a primera vista los daños no son generalizados, pero si contundentes.
Los daños sufridos,el importe del dinero sustraído y de algunos materiales de valor está aun por determinar, pero es una nueva puntilla a los negocios allí ubicados que recuerdan con pavor la ola de robos del 2015 que sufrió aquella zona.
Tradición y tecnología unidos para una pronta resolución.
Ante este nuevo varapalo para el centro de Montilla, se atisban una pronta resolución del mismo ya que hay que tener en cuenta que los agentes de la policía científica tomaron huellas por todo el local, sumado a la instalación y operatividad desde el pasado mes de marzo de las cámaras de control de tráfico situadas en la misma Plazuela de la Inmaculada, que a parte de sancionar a los vehículos no autorizados, servirán para aclarar este caso.
La grabación es constante y continua, toda una tranquilidad para los residentes
Antonio Galán
