La escasez de plantilla de guardias civiles desborda los efectivos

Sucede ya cada año, pero lo cierto es que cada verano la situación es peor. Y es que los recortes en plantilla provocan que durante los meses de julio y agosto la Guardia Civil de la provincia de Córdoba se encuentre desbordada y no pueda atender debidamente sus tareas encomendadas, con el consiguiente perjuicio para los ciudadanos, además del sobreesfuerzo que deben realizar los agentes para suplir la falta de personal.

Esto es algo que lamentablemente se produce en el conjunto de España, ya que el movimiento de la población hacia zonas habituales de vacaciones, especialmente hacia la costa, pero también al medio rural en el interior peninsular, no se ve debidamente compensado con un refuerzo de los efectivos del Cuerpo.

Más bien al contrario, puesto que a las vacantes por cubrir se suma que en verano las plantillas de la Guardia Civil se reducen un tercio con motivo de las vacaciones de verano de los guardias civiles.

Ante estas carencias se debería actuar, por un lado aumentando la oferta de empleo público para ampliar, y reducir la edad de media, la plantilla en la Guardia Civil, y por otro aplicando unas medidas de reorganización de las unidades en la provincia para poder así disponer de mayor potencial, tanto en recursos humanos como materiales. Algo que sin duda beneficiaría la efectividad de la seguridad pública en pro de una mayor seguridad, y que los sucesivos gobiernos se han negado a implementar por meros motivos de rentabilidad política, abocando a una situación cada día más caótica y deficitaria, siendo la ciudadanía la principal perjudicada, como evidencian las numerosas quejas por falta de atención, que se están recibiendo al respecto.

Especialmente grave resulta esta falta de efectivos en la provincia de Córdoba, como ya denunció AUGC el mes pasado, puesto que sólo se dispone de un guardia civil por cada 691 habitantes, situación que se agrava mucho más en verano, porque un tercio de los 1.151 efectivos se encuentra de vacaciones.

Desde AUGC ya se vaticinó hace meses que el verano de 2016 no solamente iba a ser muy caluroso, sino también muy sacrificado para los guardias civiles y los ciudadanos, que se ven obligados a ser pacientes y comprensivos con unos trabajadores que a pesar de su esfuerzo y sacrificio no podrán atender con suficiente prontitud y profesionalidad todas sus misiones.

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