Felicidad en tiempo de crisis, por Carpe Diem

Nos paramos a pensar y parecen dos términos incompatibles: felicidad y crisis,….la crisis ciertamente está influyendo de una manera palpable en nuestras vidas…circunstancias difíciles que empañan el presente y que no dejan ver futuro…… ¿cómo se puede ser feliz en estas situaciones?
Por lo general, cuando estamos con la situación cómoda o de confort, con estabilidad económica, vamos en nuestro día a día sin prestar mucha atención a cambios, ni a lo que sucede a nuestro alrededor, vamos cubriendo nuestras necesidades cada vez más variadas y complejas..…cuando viene una etapa difícil, este cambio nos puede pillar descolocados,….
Por ejemplo, cuando una persona pierde su trabajo y esta situación se alarga demasiado en el tiempo, le afecta además de en su economía a otras áreas de su vida. Las preocupaciones que tienen las personas sobre cómo pueden afrontar los pagos de cada mes puede llegar a convertirse en una obsesión de pensamientos, que en algunos casos les pueden resultar incontrolables llegando incluso a afectar a su autoestima y su estado de ánimo, además de poder desarrollar síntomas de desgana, para la organización de nuestro día a día, para el planteamiento de metas,.. etc.
Estos pensamientos manifiestos pueden hacer que la persona se aísle de su entorno social por varios motivos: para evitar el gasto económico, para evitar que los demás le pregunten, o para que no le vean decaído. Así mismo, muchas veces pueden tener falta de comprensión de su entorno, lo que genera mayor malestar.
¿Qué hacer por tanto para ser felices? 
En primer lugar sería conveniente mirar en nuestro interior. Para ello, a continuación tratamos una serie de puntos que nos van a ayudar a profundizar en algunos aspectos de nosotr@s mism@s:
Es muy importante conocer los pensamientos que tenemos hacia nosotr@s mism@as y hacia los demás. El saber identificar y conocer cuáles son nuestros puntos positivos y de lo que somos capaces, nos va a ayudar a respetarnos a nosotr@s mism@s como personas transmitiéndole a su vez ese bienestar a los demás. Por otro lado una actitud positiva hacia los demás favorecerá una mejor predisposición de nuestro entorno para apoyarnos.
Se comprende que aceptar esta situación no es fácil, aunque cuanto antes asumamos que nuestra situación es la que es, antes podemos afrontarla de una forma más adaptativa. Para conseguir afrontarla podemos proponernos objetivos a corto plazo, marcándonos metas y tareas para organizar nuestro día a día, viviéndolas y concentrándonos en cada una de las tareas que desempeñamos (actividades del hogar, de ocio…etc)
Basta con saber que la felicidad se puede conseguir en el día a día que llevamos, no es algo que esté al final de un largo camino, la podemos encontrar en muchas situaciones: en una sonrisa, en un gesto cariñoso, en el sentimiento de pertenencia a algún grupo, en el trabajo que realizas, en aceptar lo que no tiene remedio alguno, y luchar por lo que tiene solución, sentir que estamos implicados e involucrados por nuestra causa, nos genera mayor sensación de fortaleza interna.
Por tanto, ¿Cuál es la clave para salir de tal atolladero de manera exitosa?
Empezar a moverse, investigar, conocer nuevas formas sobre terreno desconocido pero buscando alternativas….viendo otras vías y cambiando las prioridades y valor que le da a las cosas… todos estos factores provocan un cambio de actitud, un cambio de pensamiento más adaptado a la situación real en la que se vive, con lo que de una manera u otra, consiguen ser más felices con lo que tienen. Como dice la expresión “crisis es oportunidad”, la crisis se convierte en una prueba de superación personal. Es en estas situaciones, en las que se redescubre el sentido de la vida y cuando todo lo que tenemos a nuestro alrededor, empezamos a saborearlo de otra forma. No quiere decir, que el que tengamos esta actitud, implique que nos vaya a salir a la primera que intentemos, pero ciertamente aumentamos las probabilidades de poder conseguir volver a la estabilidad y equilibrio personal.
Según diversos estudios, encontramos siete pilares que articulan la felicidad:
  • el dinero
  • la calidad del trabajo
  • la salud
  • relaciones familiares
  • amistades
  • valores personales
  • libertad individual.
En tiempos de boom económico fundamentalmente al dinero, es a lo que se le ha dado esa importancia. La crisis ayuda a ver la importancia de los otros seis pilares, ayuda a reflexionar sobre qué es lo verdaderamente importante, lo cual, te libera de “necesidades creadas” innecesarias. De esta forma, determinadas cosas que antes nos suponían verdaderas frustraciones por no conseguirlas ahora se tornan en simplezas sin importancia.
Valga para reflexión final, dos ideas: “abre los ojos” y “despeja tu mente”, que como una buena frase dice: “Puedes tener un precioso paisaje delante de tus ojos, que si hay tormenta, ésta te impedirá verlo”.

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