Celebración de la festividad de San Sebastián

Se inicia hoy los cinco días de exaltación y gloria dedicados a la figura del San Sebastián, martir cristiano que sufrió en sus propias carnes  el martirio y posterior muerte por ser fiel a su fe cristiana

Durante el triduo a San Sebastián, que se celebrará en su montillana parroquia, se proyectarán documentales sobre los martirios sufridos tanto por los mártires de los primero  siglos como los de hoy en día, tras la cual ase abrirá un periodo de debate, tras el cual se realizará la misa en honor del santo

Bajo el lema 2018: cristianos perseguidos, se quiere tomar conciencia y recordar a todos aquellos cristianos perseguidos por su fe en todo el mundo, tanto a los de antaño como los actuales que victimas del extremismo son asesinados por seguir a Cristo.

Triduo

Miércoles 17

  • 18:30. Proyección (mártires primeros siglos) de unos 30 minutos tras el cual seguirá el debate entre los asistentes.
  • 19:30: exposición del santísimo.
  • 20:00h : eucaristía presidida por  D. Javier Algar, Ntra. Sra. de la Asunción, acompañado musicalmente por el Coro parroquial de San Sebastián.

Jueves 18

  • 19:30: exposición del santísimo.
  • 20:00 h : eucaristía presidida por D. Ángel Lara, de la Parroquia de San Francisco Solano, acompañado musicalmente por el Coro parroquial de San Sebastián.

Viernes 19

  • 18:30 proyección (mártires de hoy) Irak-áfrica. Proyección de unos 30 minutos tras el cual seguirá el debate entre los asistentes.
  • 19:30: exposición del santísimo.
  • 20:00 h : eucaristía presidida por D. Ildefonso Casas, del Colegio Salesiano, acompañado musicalmente por el Coro parroquial de San Sebastián.

Sábado 20: Fiesta de San Sebastián

  • 20:00 h : Eucaristía concelebrada con acompañamiento musicalmente del Coro de Santiago.
  • 20:45: «Candelá». Bendición del fuego.

Domingo 21: Comida Pro Sagrada Familia

  • 14:00 h: en Restaurante Don Quijote. Invitaciones (15 €) en: Don Quijote y El Barato.

 

San Sebastián
San Sebastián fue un mártir nacido en Narbona, en el 256 D.C, bajo el  Imperio romano, con la particularidad de ser venerado tanto la Iglesia católica como la ortodoxa. Fue soldado del ejército romano y del emperador Diocleciano, que lo nombró jefe de la primera cohorte de la guardia pretoriana imperial, desconocedor de su fe cristiana.

Acabó por ser descubierto y denunciado al emperador Maximiano (amigo de Diocleciano), quien lo obligó a escoger entre poder ser soldado o seguir a Jesucristo. so pena de muerte. Sebastián se mantuvo firme en su fe y fue condenado morir. Los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de flechas, dándolo por muerto.

Sus amigos fueron a recoger el cadáver cuando al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana llamada Irene, esposa de Cástulo, que lo mantuvo escondido y le curó las heridas, hasta que quedó restablecido.

Una vez curado se presentó ante un emperador desconcertado, ya que lo daba por muerto, y le reprochó enérgicamente su conducta por perseguir a los cristianos. Maximiano mandó que lo azotaran hasta morir,2​3​ y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión, tirando su cuerpo en un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

Antonio Galán

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