Hace unos días saltaba la noticia en todo el globo, Volkswagen lleva años engañando a las Autoridades estadounidenses con sus vehículos ligeros diésel en cuanto a sus emisiones de humos contaminantes, concretamente el óxido de nitrógeno que es, donde las mediciones hechas sobre las emisiones por un grupo de investigadores de la Universidad de Virginia y el Consejo Internacional del Transporte Limpio (ICTT) dicho grupo dirigido por el ingeniero Daniel Carder observó que las emisiones a vehículo parado se disparaban entre 15 y 35 veces más de lo permitido.
Las pruebas las hicieron sobre 3 vehículos “Made in Germany” un Volkswagen Passat, un Jetta y un BMW X5, el único que se encontraba en los parámetros exigidos por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) es el modelo de BMW. Todo esto ocurría en el año 2013 y fue en el 2014 cuando se entregaron los resultados a la EPA, la cual inició sus propias investigaciones junto con la ICTT descubriendo el “pufo” y comenzaron a estudiar en qué consistía el engaño.
El engaño consiste en “trucar” el software de la centralita de gestión del motor (UM) y se supone que la UM detecta cuando el vehículo se está sometiendo a las pruebas estacionarias en cuánto a emisiones de las Autoridades, el software lo detecta probablemente en la tracción o tal vez en el volante de dirección al no moverse y dicha UM se pone “bajo mínimos” en pruebas.
Las autoridades no saben cómo lo hace el fabricante para cambiar el funcionamiento de la UM y así “trucar” emisión de gases.
Y digo yo, esto lo ha hecho Volkswagen para vender más coches (avaricia) o por pensar que no los iban a descubrir nunca (irresponsabilidad) lo cierto es que el presidente de Volkswagen ya ha dimitido y tal como dijo el máximo responsable de la firma en EE.UU. ¡la hemos cagao!
Rafael L.B.