Los profesionales del Centro de Salud de Montilla reconocen en esta carta abierta, la labor de otra heroína mas de esta pandemia: Zulema, la enfermera que está luchando contra viento y marea con el Covid -19 en la montillana Residencia de San Rafael.
Ser buena es poner en práctica una virtud que se caracteriza por la compasión que sentimos hacia nuestros semejantes. Una disposición permanente a hacer el bien, respetando, preocupándose y evitando el sufrimiento de los demás de una forma constante, amable y generosa.
Sabía, por mi relación con ella, que Zulema, enfermera del Hogar San Rafael de Montilla era una persona buena. Además he podido comprobar a lo largo de los años que reunía todas las características de una excelente profesional.
Formada, como pocas, en el cuidado geriátrico, con un conocimiento amplio, consolidado y actualizado, teórico, práctico y técnico de todas las claves necesarias para desarrollar nuestra profesión, además de un alto grado de responsabilidad, prudencia, humildad y seriedad.
Pero hasta ahora no había podido comprobar lo que verdaderamente distingue a una enfermera de otra y la eleva a la excelencia en el ejercicio de nuestra bendita profesión.
Ha tenido que suceder esta terrible pandemia para hacerme ver que, además, en las situaciones más complicadas es capaz de sentir la máxima empatía hacia sus abuelitos, identificar sus necesidades, comprender sus miedos y mostrar esa fortaleza emocional, presente sólo en unos pocos, que le está sirviendo para enfrentarse a este doloroso escenario manteniendo su entereza, actitud positiva y capacidad de resolución, esa resolución que está siendo clave en que la atención sea la mejor posible.
Gracias Zulema por hacer nuestra colaboración más fácil, por estar para todos sin importarte el tiempo y tu salud. Por ser el mejor ángel de la guarda de San Rafael.
Puedes estar muy orgullosa de tu labor. Aquí me tienes para todo lo que necesites.
Carmen Rodríguez Palma – Enfermera
